Opinión | A QUEMARROPA

Castellón

Paellas del Grau

Anteayer se celebraron las paellas del Grau de Castelló. Aún no son tan multitudinarias como las de Benicàssim, pero solo es cuestión de tiempo que las alcancen e incluso superen. Las dos bodeguillas, la de un diario digital en boga y la de este periódico estuvieron muy animadas. Pasó el todo Castellón. Dejen que les cuente. Compromís, o más bien unos pocos representantes, se acercaron muy temprano, saludaron a los directores, se hicieron la foto de rigor y sin apenas saludar a nadie más se marcharon. No está el horno para bollos en la coalición valencianista. Diferentes empresarios acudieron también a ambas citas, departieron con propios y extraños y se marcharon a sus respectivas quedadas sin demorarse en exceso. Profesionales liberales, consultores, médicos, arquitectos y otros muchos trabajadores por cuenta propia se dejaron ver en estos eventos sociales. El PSOE acudió a las bodeguillas liderado por Rafa Simó. Él atrae miradas, genera chascarrillos y crea entornos de conversación. Se nota que el mundo profesional local lo tiene en alta estima y consideración. El resto, pasó sin pena ni gloria. Todavía falta mucho para saber quién vale, quién seguirá, quién no vale y quién desaparecerá. En cuanto al PP, se nota que vive un momento dulce. Capitaneados por Begoña Carrasco, un sinfín de concejales, diputados y cargos de mayor y menor relevancia no solo acudieron a las bodeguillas de muy buen humor sino que además coparon las miradas y comentarios. El partido de la gaviota tiene el viento a favor, y sus cargos electos lo saben.

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