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Opinión | BUENA PREGUNTA

Cuestión de tiempos

La inteligencia artificial avanza más rápido de lo que podemos asimilar. Cada mes aparecen modelos nuevos, herramientas más potentes, funciones que prometen transformar la forma en que trabajamos, vivimos y nos relacionamos. Sin embargo, el verdadero problema no es la velocidad de la tecnología, sino la falta de tiempo para entenderla e integrarla en nuestro trabajo y en nuestras vidas. No tenemos tiempo para aprender, para probar, para equivocarnos. En un mercado que mide la productividad por la inmediatez, detenerse a explorar se percibe casi como un lujo inmerecido o un fallo del sistema.

Otros cambios tecnológicos trascendentes, como internet, los smartphones, incluso las redes sociales, dieron margen para adaptarse e integrarse en nuestras vidas y trabajos. Hubo tiempo para integrar, experimentar y formar criterio. Para cambiar con ellas gradualmente. Con la IA, ese margen ha desaparecido. Todo ocurre en paralelo: mientras aprendemos una función, llega la siguiente. En menos de tres años, desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, la IA ha pasado de generar texto con fuentes de conocimiento obsoletas a ser capaz de orquestar operaciones completas de una organización, con una autonomía que crece a diario. Y así, el riesgo es no poder seguir el ritmo. La brecha que se abre no será solo tecnológica, sino también humana.

Y ese desfase, que irá a más, comienza a ser preocupante. En la mayor parte del tejido empresarial, el cortoplacismo impide dedicar horas a aprender sin un objetivo medible. Pero la innovación no florece entre tareas urgentes. Exige espacio, ensayo, curiosidad. Las compañías que comprendan esto antes que las demás serán las que marquen la diferencia: las que entiendan que explorar sin prisa también es una inversión.

Quizá el gran reto no sea adaptarnos a la velocidad de la IA, sino redefinir el tiempo dentro de nuestras organizaciones. Crear momentos para practicar, reflexionar, probar sin miedo al error. Si no encontramos ese tiempo, la IA seguirá avanzando, pero seremos nosotros quienes nos quedemos quietos.

Director y chieg strategy officer de Twelfhundred. Profesor de la UJI

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