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Opinión | EL TURNO

Un año de barro

Ha pasado un año desde que la dana sacudió la Comunitat Valenciana con una violencia que muchos llamaron irracional. Un choque impredecible entre aire frío de altura y humedad mediterránea, que precipitó en pocas horas las cifras de la tragedia.

Pero hoy no quiero escribir otra crónica más de la tragedia. Quiero mirar la herida desde dentro, desde ese silencio que queda cuando ya no son las sirenas las que retumban, sino el zumbido propio de las preguntas sin contestar: ¿Qué sabemos? ¿Qué hicimos? ¿Qué haremos?

Sin embargo, la reconstrucción emocional y física sigue siendo incompleta. El recuerdo intacto, la culpa latente, el «¿qué hubiera pasado si…?» retumbando en los corazones de los pueblos. Y también la responsabilidad: de las instituciones, de la gestión, de los diseños urbanos que permitieron construcciones en zonas de riesgo, del clima que cambia y exige respuestas urgentes.

Es necesario reconocer que no es una «temporalidad más» sino un nuevo patrón. Hay que reforzar los sistemas de alerta, de evacuación, de educación ciudadana con una mentalidad distinta.

Se hace imprescindible mapear todas las zonas vulnerables (urbanas y periurbanas) y convertir esos mapas en proyectos reales de mitigación: drenaje, zonas de amortiguación, reordenación del suelo. No bastan únicamente anuncios: deben ser actuaciones con fecha, recursos y seguimiento.

Y aunque pueda parecer ingenuo, deberíamos abrir «centros de memoria comunitaria» en cada municipio afectado donde se reúna gente, se cuente lo que pasó, se escuche lo que no se dijo, para recoger esas emociones que no se miden en euros pero pesan. Con ese ejercicio se construye resiliencia colectiva.

Este primer aniversario no debe ser un acto solemne más. Debe ser el momento en que, juntos (ciudadanos, alcaldes, técnicos, gestores, partidos) aprendamos que una catástrofe así puede no repetirse igual si actuamos con la urgencia del que sabe que el reloj ya ha comenzado a contar. No para lamentar lo perdido, sino para proteger lo que puede salvarse.

Alcalde de Nules y presidente de Unión Municipalista

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