Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | VIVIR ES SER OTRO

Élite intelectual rima con Juan del Val

Déjenme, por favor, que antes de empezar esta columna me vista como corresponde. Ya está, gracias. Me he puesto el traje y la corbata de la marca Élite Intelectual. Ya noto desde aquí la aprensión de Juan del Val y toda la chusma que lee sus libros. Disculpen lo de «chusma», ciertos adjetivos vienen dados por la indumentaria que me he puesto. Ahora voy a cometer una tropelía aún mayor, y es que voy a citar nada menos que a Arthur Schopenhauer. También me lo impone la situación. Decía el filósofo alemán en El arte de escribir, una obra tan poco conocida como valiosa, que existen dos tipos de literatura, la que tiene por objetivo entretener y la que habla de la condición humana. Juan del Val, reciente ganador del premio Planeta, ha hablado de lo mismo, indicando que su novela galardonada está destinada a la gente, a ser popular, y no para esa supuesta élite intelectual. En otras palabras, que siglo y medio después el torrentoso polemista de la tele le da la razón al padre del pesimismo filosófico.

Digo yo que estar de acuerdo con Schopenhauer es una forma también de esnobismo, de cultureta revenido. A ver si va a resultar que el tertuliano reciclado en escritor también se viste de Élite Intelectual, y lo que resulta más llamativo, sin saberlo él mismo.

Disculpen la interrupción pero voy a quitarme este traje. Me aprieta y provoca que me sienta como disfrazado. El caso es que adoro leer. Se trata de la afición (y entrecomillo porque pienso que es algo más que un mero esparcimiento) a la que le dedico a diario más tiempo. Y no, no voy a leer el libro ganador del premio mejor dotado económicamente de todo el mundo. Pocas veces busco simple entretenimiento a la hora de leer. Así que quizá esté más cerca de esa élite intelectual de la que habla Juan del Val de lo que estoy dispuesto a admitir, aunque no me guste nada el apelativo.

Empiezan a picarme también estos otros ropajes sin marca.

¡Venga ya!

Con sinceridad, la opinión de este hombre me la repanpinfla. Mejor: me la suda. Quiero replicarle desde la chabacanería. Hay algo que me molesta de este tipo de declaraciones: son autores de éxito, venden a espuertas, salen en la tele, las colas en las ferias del libro resultan inverosímiles, la gente les escucha… Y aun así, se quejan los muy cabrones. Supongo que querrían también el reconocimiento académico y de la crítica. ¡Venga ya! Conformaos con los millones que ganáis, con las palmaditas en la espalda. Los buenos escritores, aquellos que hablan de la condición humana, aquellos que adoran los que pertenecen a esa supuesta élite intelectual, se tienen que ganar la vida dando conferencias, escribiendo en prensa y a veces dando clases en universidades sin que nadie lea sus libros. No es justo que además de millonarios queráis ser venerados por absolutamente todo quisqui, sin excepción. Ahora estoy cabreado y no sé qué ropa ponerme. Creo que me voy a quitar todo y quedarme desnudo. Que se abalancen contra mí tirios y troyanos: mi consejo es que para leer basura, mejor no lean. A partir de aquí que cada cual entienda…

Editor de La Pajarita Roja

Tracking Pixel Contents