La lealtad institucional

Con la nueva legislatura que arrancaba hace ya dos años, desde Peñíscola hemos visto cambiar de signo político las administraciones con las que trabajamos (ahora sí) codo con codo, y para bien.

Hemos dejado de ser un municipio prácticamente ignorado por los gobiernos provinciales y autonómicos socialistas, simplemente porque en Peñíscola gobernaba el PP, a ser un municipio más, tenido en cuenta, escuchado y tratado con la lealtad que merecen sus ciudadanos, voten a quien voten. El sectarismo se ha practicado, por parte de la izquierda, durante ocho largos años en los que municipios como Peñíscola hemos tenido que realizar nuestra particular travesía por el desierto.

Proyectos que han estado en un cajón durante dos mandatos sin que a los mandatarios de izquierdas se les cayese si quiera la cara de vergüenza, regresan a los presupuestos de la Generalitat para dar cumplimiento a aquello que nuestros vecinos merecen desde hace demasiado tiempo.

En las cuentas del Consell para 2025 vemos cómo Peñíscola podrá contar con financiación para la mejora de nuestro Conjunto Histórico Artístico; el temporal Gloria causó estragos que el Botànic no quiso afrontar y, por fin, el actual Gobierno de la Generalitat pone fin a tremenda injusticia.

Vemos también un nuevo paso al frente para la mejora de la conexión de la CV-141, la principal vía de acceso a nuestra población desde la N-340 y la AP-7 , un proyecto más que reclamado y mucho más que justificado, por cuestiones de seguridad vial.

Quizás una de las obras más significativas, más esperadas y más necesarias; anunciada y prevista desde 2015, llega por fin al presupuesto autonómico para ser ejecutada de una vez por todas.

Me refiero a la eliminación de la Estación de Pretratamiento de Aguas Residuales y la conexión de la nueva con la Estación Depuradora. Una inversión de más de un millón de euros que esperamos desde hace demasiados años para poder dar por finalizada una de las obras más importantes que se han llevado a cabo en nuestro municipio.

Y no solo va de números el asunto. Desde el actual Consell hemos recibido no solo un trato digno y cordial, sino poder encontrarnos con la mayor parte de los responsables, algo que hace apenas dos años era casi misión imposible. Esta semana hemos recibido en Peñíscola, en visita institucional, a la consellera de Turismo, Marián Cano, encuentro en el que ambas administraciones hemos afianzado nuestra voluntad de trabajo conjunto. Es complicado. Solo hay que creer y practicar la lealtadinstitucional que reclama la ciudadanía.