Tras dos años de azote de la pandemia de coronavirus, que se ha cobrado millones de muertes en todo el mundo, el foco sanitario y científico se ha puesto en un solo lugar: los virus.

El covid-19 no es, ni mucho menos, el primero de los coronavirus descubiertos ni el único de estos dos últimos años de crisis sanitaria mundial. En los últimos 120 años se han descubierto más de 200 virus que afectan a los humanos, alrededor de tres o cuatro especies nuevas al año. 

Algunos, como la viruela o el VIH, han matado a miles de personas, otros se controlan o incluso han llegado a desaparecer gracias a las vacunas.

En 1796 el médico británico Edward Jenner desarrolló la primera vacuna contra una enfermedad de origen viral: la viruela. Sin embargo, se tardaría un siglo más en descubrir lo que es un virus. Louis Pasteur desarrolló la vacuna contra la rabia en 1885, aunque por esa época se pensaba que el principal origen de las infecciones eran las bacterias.

La palabra virus proviene del latín virus y hace referencia al veneno, o alguna sustancia nociva, y fue usada por primera vez en inglés en el año 1392.​ Virulento, del latín virulentus (venenoso), data de 1400.

La primera evidencia de la existencia de virus provino de la experimentación con filtros que contenían poros lo suficientemente pequeños como para retener las bacterias. El problema es que no se contaba con la herramienta adecuada para encontrar a los virus.

Pero fue el ayudante de Pasteur, Charles Chamberland, quien inventó el aparato que llevaría al descubrimiento de los virus. Con la intención de producir agua libre de bacterias para usar en sus experimentos con Pasteur, Chamberland creó un filtro de porcelana con una serie de poros más pequeños que las bacterias, lo que permitía retenerlas. Pero un científico ruso le dio otro uso, abriendo las puertas al descubrimiento de los virus.

En 1892, Dmitri Ivanovsky, un microbiólogo y botánico ruso, comenzó a investigar una enfermedad que afectaba a la planta del tabaco.

Ivanovsky usó uno de estos filtros para demostrar que el jugo de las plantas de tabaco enfermas seguía siendo infeccioso para las plantas de tabaco sanas. Martinus Beijerinck llamó virus al material infeccioso filtrado y este descubrimiento se considera el comienzo de la virología.