La sociedad actual, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, tiene una mayor preocupación por su bienestar y el cuidado de su cuerpo. Muchos hombres y mujeres tratan hoy de llevar un estilo de vida saludable y procuran realizar ejercicios y adquirir hábitos positivos que ayuden a disfrutar de una vejez más saludable. De alguna manera, este fenómeno ha llevado a la proliferación de los gimnasios en nuestras ciudades o de clínicas de nutrición.

Sin embargo, en un mundo en el que los ciudadanos cada vez miman más su cuerpo, el órgano más importante suele pasar desapercibido: el cerebro. Y es que, aún hoy sigue existiendo un escaso conocimiento tanto sobre su cuidado, como sobre las consecuencias que puede conllevar una vida poco saludable. De hecho, estudios científicos apuntan que las personas que están en forma físicamente son menos propensas a desarrollar enfermedades como Alzheimer o ictus.

No obstante, el ejercicio físico, solo es uno de los factores a tener en cuenta. Existen otros hábitos saludables que pueden ayudar a mantener nuestro cerebro ágil y sano:

La importancia de la dieta

Cada vez son más los expertos que recomiendan seguir una dieta mediterránea como modelo de nutrición saludable. Aceite de oliva virgen extra, vegetales, frutas, pescados, huevos y cereales son alimentos muy recomendables para nuestro organismo, también para nuestro cerebro. Además, es importante evitar, en la medida de lo posible, la sal, las grasas de origen animal, el azúcar y los alimentos precocinados.

Deja el tabaco

A pesar de que sus perjuicios son conocidos por todos, todavía hoy sigue habiendo muchas personas que tienen el hábito de fumar tabaco. Numerosos estudios han evidenciado que el consumo de tabaco debilita y deteriora las neuronas de la corteza cerebral, por lo que es fundamental alejar el tabaco de nuestra vida si queremos mantener un cerebro ágil, sano y fuerte.

Evita la obesidad y el colesterol

La obesidad, la hipertensión y el colesterol son patologías que afectan a nuestro organismo, también a nuestro cerebro. Científicos han relacionado estas enfermedades con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y empeoramiento de la memoria. Por ello, y por muchas más razones relacionadas con nuestra salud, es muy recomendable mantener en buen estado nuestro sistema circulatorio.

Controla el colesterol. ShutterStock

Descansa bien

La dieta y el ejercicio se suelen llevar todo el protagonismo a la hora de cuidar nuestro cuerpo y muchas veces pasamos por alto la importancia de descansar bien. Cuando dormimos y soñamos nuestro cerebro continúa trabajando, construyendo sueños. Si no dormimos las horas necesarias, las proteínas se acumulan en las sinapsis (comunicación entre las neuronas) y nos dificultan la tarea de pensar y aprender cosas nuevas. Por otro lado, si la calidad del sueño no es la adecuada y dormimos mal de forma crónica, esto afectar al deterioro cognitivo en la vejez. Sin embargo, los estudios que apuntan esto, no han demostrado que la relación sea causal.

Bienestar emocional

Llevar una vida tranquila, alejada del estrés y equilibrada resulta esencial para nuestra salud. También es fundamental darle a la salud mental la importancia que merece y tratar la depresión y la ansiedad de manera adecuada y, a ser posible, con la ayuda de profesionales: psicólogos y psiquiatras.

Ejercita el cerebro

Es muy aconsejable mantener entrenada nuestra mente, como si de un músculo se tratara. Actividades que nos exijan estrujarnos el cerebro y que nos supongan un pequeño reto son de gran ayuda. Una de estas actividades, que además nos aporta un gran aprendizaje cultural, es el hábito de lectura. El ajedrez, los juegos de mesa, los sudokus, los crucigramas, las sopas de letras, las clases musicales o de cocina pueden ser buenos ejercicios para favorecer nuestra actividad cognitiva.

Los crucigramas, sudokus o las sopas de letras nos obligan a utilizar el cerebro. ShutterStock

El pescado, como aliado

Este alimento nos aporta ácidos grasos esenciales, como los Omega 3, que son básicos para la función cerebral y también ayudan a combatir enfermedades como la depresión.

 Evita los complementos alimenticios

Lo cierto es que, de la mano de este culto por el cuerpo que se ha extendido en los últimos años, se han extendido los complementos alimenticios. Pastillas con la etiqueta de ‘natural’ como el ginkgo y la melatonina pueden tener algunos efectos secundarios que no son positivos para nuestro organismo. Por ello, es aconsejable adquirir lo que nuestro cuerpo necesita de alimentos verdaderamente naturales.

Cultiva las relaciones

Otra de las partes que deben acaparar nuestra atención está muy relacionada con la gente de la que nos rodeamos. Pasar tiempo con personas que nos aporten momentos positivos y con las que nos sintamos a gusto es vital para sentirnos cómodos y que nos apetezca salir de casa y mantenernos activos. Hablar con gente, estar al día de los cosas que acontecen, reírnos y disfrutar de las amistades y la familia es realmente trascendental. Participar en asociaciones, clubs, equipos deportivos, o voluntariados son buenos hábitos para nuestra salud emocional.

Mantener unas buenas relaciones es de gran ayuda. ShutterStock

El poder del ejercicio

Uno de los hábitos saludables más importantes en un tiempo en el que la población lleva una vida sedentaria es la actividad física. Existen numerosas evidencias de que el ejercicio aeróbico frecuente puede ser el mejor remedio para mantener nuestro cerebro sano por más tiempo. Pero, realizar ejercicio cada día también es beneficioso para órganos como el corazón o los pulmones.