Resulta paradójico que algunos de los alimentos esenciales en la alimentación mundial y, por tanto, con la etiqueta de saludables, puedan llegar a ser dañinos para la salud tomados en cantidades desmesuradas. Muchos estudios han hecho hincapié en estos 'venenos', aunque no tenemos que tomar al pie de la letra esta calificación, como avisa Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y autor del libro Que no te líen con la comida (Destino, 2021).

A la hora de hablar del arroz blanco o las harinas refinadas, Lurueña aclara que al hablar de ellos como veneno no quiere decir que sean tóxicos ni representen un riesgo para la vida. Vamos a entrar en detalle en tres de estos 'venenos' sobre los que los médicos aconsejan reducir el consumo.

Arroz blanco

Una investigación de la Universidad de Harvard concluyó en que ingerir este alimento a diario podría incrementar el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 en casi un 30%. Hace ya 12 años de ese estudio que señalaba que "una elevada ingesta de arroz blanco (unas cinco raciones a la semana o más) se asoció con un mayor riesgo (17%) de sufrir diabetes tipo 2, mientras que una ingesta elevada de arroz integral (dos raciones por semana o más) se asoció con un menor riesgo de sufrir esta enfermedad".

Así, los expertos aconsejarían sustituir el arroz blanco por el integral, pauta que también sería válida para otros tipos de cereales.

Patatas

En este punto habría que poner en cuarentena la famosa frase del abuelo de Peppa Pig, que en uno de los episodios de esta ficción para niños se empeñaba en repetir una y otra vez que "las patatas nunca sobran". Sin embargo, uno de sus componentes, el almidón, también se relaciona con el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, ya que se metaboliza rápido y, por tanto, "provocan un aumento de la glucemia en la sangre, haciendo trabajar más al páncreas", revela otro estudio de la Universidad de Michigan.

Harina refinada

Por último, las pastas elaboradas a base de harina refinada son otros de los alimentos menos recomendados por los profesionales de la salud. En este caso, el riesgo proviene del proceso de elaboración y de la sustracción de elementos como el salvado o el germen, la principal fuente de proteína (junto con vitaminas, minerales y ácidos grasos), dejando todo el protagonismo al almidón, con todas las desventajas expuestas anteriormente. Como en el caso del arroz, los expertos se decantan por el consumo de pasta elaborada con harinas integrales.