Estos son los síntomas y así se contagia el virus de Marburgo que hizo saltar las alarmas en la Comunitat

La enfermedad por el virus de Marburgo (EVM es grave y, a menudo, mortal. Este virus causa una fiebre hemorrágica vírica de gravedad en el ser humano

Fachada del hospital La Fe de Valencia en el que se ha ingresado al posible caso del mortífero virus.

Fachada del hospital La Fe de Valencia en el que se ha ingresado al posible caso del mortífero virus.

La Comunitat Valenciana activó este viernes el protocolo ante un caso sospechoso del virus de Marburgo en un varón de 34 años que presenta síntomas compatibles con la enfermedad y que estuvo en Guinea Ecuatorial durante un periodo de tiempo que se podría corresponder con el de la incubación y desarrollo de dicha enfermedad.

El paciente se ha trasladado desde un hospital privado y se encuentra ingresado en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de València, que garantiza la seguridad tanto de sus cuidados como la protección a los profesionales sanitarios que lo tratan.

¿Qué es el virus de Marburgo?

La letalidad de la enfermedad por el virus de Marburgo (EVM), que causa el virus que lleva este nombre, es de hasta el 88%, pero podría ser mucho menor si se atendiera debidamente a los pacientes. La EVM se identificó por vez primera en 1967 tras registrarse simultáneamente brotes en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia). Aunque los virus de Marburgo y del Ébola son virus distintos, ambos pertenecen a la familia Filoviridae y ocasionan enfermedades con características clínicas similares. Ambas son raras, pero las tasas de letalidad de sus brotes pueden ser elevadas.

Dos grandes brotes que ocurrieron simultáneamente en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia) en 1967 permitieron identificar la enfermedad por vez primera. Estos brotes se asociaron al trabajo en laboratorios con monos verdes africanos importados de Uganda. Posteriormente, se han notificado brotes y casos esporádicos en Angola, Kenya, la República Democrática del Congo, Sudáfrica y Uganda. 

¿Cómo se transmite el virus?

Inicialmente, la infección humana por EVM se debe a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus. La transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama.

Se han descrito casos de transmisión al personal sanitario que atiende a pacientes con EVM presunta o confirmada, a través del contacto estrecho sin las debidas precauciones de control de las infecciones. El contagio a través de materiales para inyección contaminados o de pinchazos con agujas se asocia a una mayor gravedad de la enfermedad, a un agravamiento más rápido y, posiblemente, a una mayor tasa de letalidad. También se puede dar esta transmisión en las ceremonias funerarias en que los dolientes tienen contacto directo con el cuerpo del difunto.

Síntomas de la EVM

El periodo de incubación (es decir, el intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días. La EVM empieza bruscamente, con fiebre elevada, cefalea intensa y gran malestar, así como con frecuentes dolores musculares. Al tercer día pueden aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos. La diarrea puede persistir una semana. En esta fase se ha descrito que los pacientes presentan «aspecto de fantasma» debido al hundimiento de los ojos, la inexpresividad facial y el letargo extremo. En el brote europeo registrado en 1967, la mayoría de los pacientes presentaron una erupción cutánea no pruriginosa de 2 a 7 días después del inicio de los síntomas.

Imagen detallada del virus de Marburgo

Imagen detallada del virus de Marburgo / Wikimedia Commons

Muchos enfermos tienen manifestaciones hemorrágicas graves a los 5 a 7 días y los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia, a menudo en varios órganos. La presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces suele acompañarse de hemorragia por la nariz, las encías y la vagina. El sangrado espontáneo en los lugares de venopunción donde se administran líquidos o se extraen muestras de sangre puede ser especialmente problemático. Durante la fase grave de la enfermedad, los pacientes presentan persistentemente fiebre elevada. La afectación del sistema nervioso central puede producir confusión, irritabilidad y agresividad. Se han descrito asimismo casos ocasionales de orquitis (inflamación de uno o ambos testículos) en la fase tardía de la enfermedad (a los 15 días de su inicio).

En los casos mortales, el óbito suele producirse a los 8 o 9 días del inicio de los síntomas y se suele preceder de grandes pérdidas de sangre y de choque.

Tratamientos y vacunas

Por el momento, no se han autorizado tratamientos ni vacunas para luchar contra la EVM. No obstante, la terapia de apoyo mediante rehidratación oral o intravenosa y el tratamiento de determinados síntomas mejoran la supervivencia. También se podría probar el uso compasivo o mediante acceso ampliado como terapia para la EVM de algunos anticuerpos monoclonales en desarrollo y ciertos antivíricos que se han utilizado en estudios clínicos para tratar el ébola, como el remdesivir y el favipiravir.

Para controlar correctamente los brotes se deben aplicar varias medidas relacionadas con el tratamiento de los casos, la prevención y el control de la infección, la vigilancia y el rastreo de los contactos, la calidad de los servicios de laboratorio, la seguridad de las inhumaciones y la movilización social. La participación de la población es fundamental para controlar los brotes. Se puede reducir eficazmente la infección humana sensibilizando sobre los factores de riesgo de esta infección y adoptando individualmente medidas de protección.

Control del virus en los establecimientos de salud

Los profesionales de la salud deben adoptar siempre precauciones generales al atender a los pacientes, cualquiera que sea su posible diagnóstico: higiene de las manos, higiene respiratoria, uso del equipo de protección personal para no exponerse a salpicaduras y al contacto con material infectado, prácticas de inyección seguras y prácticas de inhumación dignas y sin riesgos.

El virus Marburgo es similar al del ébola.

El virus Marburgo es similar al del ébola. / CDC

En la atención a pacientes con EVM presunta o confirmada se deben aplicar medidas adicionales de control de las infecciones para evitar el contacto con la sangre u otros líquidos corporales y con superficies o materiales contaminados, como la ropa personal y de cama. Durante el contacto estrecho (es decir, a menos de 1 metro) con estos enfermos, se deben utilizar protección facial (caretas protectoras o mascarillas médicas y gafas), una bata limpia de manga larga (no es preciso que sea estéril) y guantes (que, para practicar algunos procedimientos, deben ser estériles).

El personal de laboratorio también corre riesgo. El manejo de muestras de casos humanos o animales sospechosos de EVM debe hacerlo personal capacitado en laboratorios debidamente equipados.