A buen seguro hasta la fecha habrá escuchado un sinfín de consejos para luchar contra esos kilos de más, pero la inmensa mayoría de ellos estaban relacionados con la alimentación o el ejercicio físico. Atendiendo al último estudio de la Clínica Mayo hay un nuevo factor a tener en cuenta en la lucha diaria contra los michelines.

Los investigadores de esta entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación con sede central en Rochester, Minnesota (EEUU) han descubierto que la falta de sueño aumenta la grasa abdominal no saludable. En el estudio en cuestión se resolvió que las personas que durmieron menos comieron, de media, unas 300 calorías más cada día, en comparación con las del grupo que durmió 9 horas.

En la investigación se monitoreó a un grupo de personas no obesas con edades comprendidas entre los 19 y los 39 años. Los investigadores encontraron que las personas en el grupo de sueño restringido tenían hasta un 9 % de aumento en la grasa abdominal y un 11 % de aumento en la grasa visceral abdominal no saludable, que rodea los órganos en el interior del abdomen y se ha relacionado fuertemente con enfermedades cardíacas y otras afecciones. como la enfermedad de Alzheimer, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.

“Nuestros hallazgos muestran que la reducción del sueño, incluso en sujetos jóvenes, sanos y relativamente delgados, se asocia con un aumento en la ingesta de calorías, un aumento muy pequeño de peso y un aumento significativo en la acumulación de grasa dentro del abdomen”, dijo el Dr. Virend Somers, investigador en medicina cardiovascular y del sueño en la Clínica Mayo, en un comunicado de prensa sobre el estudio.

Los autores del estudio dicen que la falta de sueño se ha relacionado repetidamente con la obesidad, pero el suyo es el primer estudio que relaciona la falta de sueño con la distribución de la grasa corporal. Los hallazgos se han publicado además en el Journal of the American College of Cardiology.