El verano ya llegó. Y con el verano, las horas bronceándonos al sol. Sin embargo, es importante hacerlo con seguridad para prevenir el cáncer de piel y en concreto el melanoma, el más agresivo de todos ellos. El melanoma puede aparecer en la piel normal o en un lunar, y es el más grave de los cánceres de piel porque se extiende muy rápidamente a través del sistema linfático o los vasos sanguíneos, llegando a producir metástasis en los ganglios linfáticos y otras áreas del cuerpo humano como el hígado, los pulmones, los huesos y el cerebro.

Según datos 2021 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), tan solo en España se detectan cerca de 6.100 casos de melanoma cada año. A pesar de no tener un buen pronóstico, si es uno de los cáncer más prevenibles, ya que las medidas para evitarlo se basan en una buena protección solar y en la vigilancia periódica de la piel y los lunares (bastaría con dedicarle un minuto al mes).

Medidas para prevenir el cáncer de piel:

  1. Evitar la exposición al sol entre las 11.00h y las 16.00h.
  2. Buscar la sombra. Simplemente mantenerse en la sombra es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta.
  3. Utilizar siempre crema protectora con un índice adecuado para el fototipo de piel. Repetir la aplicación de la crema cada dos horas, y después de un baño o mucho sudor, incluso si el producto indica resistencia al agua.
  4. Secarse bien después de un baño previene las quemaduras por el “efecto lupa” de las gotas de agua.
  5. Proteger el cuerpo. Se puede y se debe hacer con una camisa, o bien con crema protectora, con sombrero o con gafas de sol para proteger los ojos y la piel sensible alrededor de estos. Extremar todas estas medidas en lugares donde la luz se refleje en el entorno (mar, nieve, desierto).
  6. Evitar las sesiones de rayos UV. Muchas personas creen que los rayos UV de las cámaras bronceadoras no son perjudiciales, pero esto no es cierto. Las lámparas bronceadoras emiten rayos UV que pueden causar daños a la piel a largo plazo, y contribuir al cáncer de piel. Su uso ha sido asociado a un riesgo aumentado de melanoma, especialmente si se comenzó a usar antes de que la persona cumpliera 30 años. La mayoría de los dermatólogos y organizaciones de la salud no recomienda el uso de rayos UV. Vigilar la medicación que aumenta la sensibilidad a la luz solar, para ello consultar al médico y leer los prospectos.
  7. Extreme la protección con los más pequeños. Los niños necesitan especial atención, ya que tienden a pasar más tiempo al aire libre y pueden quemarse más fácilmente. Los padres y las personas que cuidan de los niños deben protegerlos de la exposición excesiva al sol con los pasos descritos anteriormente.
  8. Prestar atención a lunares extraños. Hay que examinar la piel de forma regular para identificar cualquier lunar u otro crecimiento nuevo o anormal. Pida a su médico que lo examine antes de que tenga la probabilidad de convertirse en cáncer de piel. Ciertos tipos de lunares tienen mayor probabilidad de convertirse en melanomas. Por lo general, no se recomienda la extirpación rutinaria de un gran número de lunares como forma de prevención del melanoma. Algunos melanomas pueden originarse de lunares, pero la mayoría no. Si usted encuentra un lunar nuevo, inusual, o nota un cambio en un lunar, esto debe ser examinado por un médico con experiencia en el reconocimiento de cánceres de piel.