Si con un simple giro de cabeza nos fijamos en las muñecas de las personas que nos rodean veremos que se ha multiplicado el uso de los smartwatches. Relojes que nos permiten ver los mensajes del móvil, el pronóstico del tiempo y el número de pasos que damos diariamente. 

El alcanzar un determinado número de pasos diario se ha convertido en un reto para muchos. Y, sin olvidar que toda obsesión es mala, alcanzar los 6.000 pasos diarios tiene muchos beneficios para la salud. 

Hacer cualquier ejercicio físico es imprescindible para mantener la salud y prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, la primera causa de mortalidad en todo el mundo desde hace 20 años según datos de la OMS. 

Practicar deporte moderado y de manera constante es una buena opción para cuidar de la salud física y también de la mental. Pero, por tiempo o por falta de voluntad o ganas, esto no es siempre posible. 

Y en estos casos la mejor opción es caminar a diario. Una actividad física fácil de integrar en la mayoría de los estilos de vida ya que no requiere de grandes esfuerzos, una condición física específica o una indumentaria determinada salvo ropa y calzado deportivo. 

Otra ventaja de caminar es que puede realizarse en cualquier lugar. Además, se trata de la práctica más adecuada para aquellas personas que acaban de comenzar a hacer deporte, tienen sobrepeso o sufren problemas de articulaciones.

Convertir la actividad física en un hábito es esencial para garantizar una buena calidad de vida. 

Caminar no requiere de grandes esfuerzos ni una condición física específica.

Qué beneficios tiene dar 6.000 pasos al día

Los expertos en salud de Sanitas han elaborado un listado con los principales beneficios que para la salud tiene dar 6.000 pasos al día: 

• Ayuda a controlar la aparición de enfermedades como la hipertensión o la diabetes y evita complicaciones a largo plazo si la persona ya padece la enfermedad.

• Reduce el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos. Y, además, contribuye a aumentar el colesterol HDL (conocido como colesterol “bueno”).

• Reduce la presión arterial porque al caminar se facilita la dilatación de los vasos sanguíneos y el transporte de oxígeno.

• Aumenta la capacidad física aeróbica, ya que se ejercitan los músculos, lo que otorga una sensación de resistencia y bienestar.

• Caminar asiduamente favorece el aumento de la densidad ósea.

• Ayuda a mantener un peso saludable. Eso sí, siempre que se combine con una alimentación equilibrada.

• Mejora la vascularización del corazón previniendo la aparición de cardiopatías y fomentando la longevidad.

• Favorece la movilidad intestinal evitando el estreñimiento y las hemorroides.

• El ejercicio cardiovascular reduce el estrés, la ansiedad y mejora nuestro ánimo.

Caminar diariamente favorece el aumento de la densidad ósea y reduce la tensión arterial.

Beneficios psicológicos

Pero no sólo físicamente, caminar también tiene un impacto muy positivo a nivel emocional. El primero de ellos es que mejora la calidad de sueño. “El deporte moderado es saludable y no activa en exceso, provocando cierta fatiga, lo cual ayuda a relajarnos y que podamos dormir mejor. En cualquier caso, es recomendable practicarlo al menos dos horas antes de acostarnos”, explica Delia García, psicóloga de BluaU de Sanitas.

Esto contribuye a su vez a aumentar la sensación de bienestar. “La liberación de endorfinas propicia que se disminuyan los niveles de estrés o sentimientos negativos como la ansiedad y las preocupaciones del día a día. También aumenta y fortalece la autoconfianza y la autoestima en uno mismo, aspectos imprescindibles para poder enfrentar situaciones cotidianas, y mejora las relaciones sociales. Además, previene el deterioro de capacidades cognitivas como la memoria” añade la psicóloga.