Nos quedan varios días de calor sofocante según las previsiones meteorológicas y entre la población más vulnerable a las altas temperaturas están los niños.

Además de estar muy pendientes de que estén bien hidratados y protegidos del sol y la canícula, debemos tener en cuenta que el sudor puede provocar lesiones cutáneas en los más pequeños.

Granitos, ronchones, picor son algunas de las molestias que puede provocar el sudor en los niños.

Y aunque pudiéramos pensar que se trata de una alergia desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) explican:

El sudor no está considerado un alérgeno, pero sí puede producir afecciones en la piel como urticarias y episodios de dermatitis que generan mucho malestar a los niños de menor edad

Los expertos en pediatría detallan como el exceso de sudor, unido a otros factores como los jabones o otras sustancias que están en la ropa, puede provocar la inflamación de la piel.

Este fenómeno es más habitual entre los "bebés y niños de hasta 3 años, quienes tienen una piel más sensible y con mayor predisposición a sufrir irritaciones".

Irritaciones más habituales

Las alteraciones cutáneas provocadas por el exceso de sudor más habituales son según la SEICAP:

  • Dermatitis atópica: es muy habitual que los niños con piel muy sensible estén más predispuestos a sufrir dermatitis atópica.

En estos casos, el sudor ayuda a que se irrite y se inflame la piel. Esta patología se caracteriza por la aparición de zonas rojizas, principalmente en la cara, muñecas, codos, rodillas, tobillo y cuello, donde los pliegues de la piel favorecen la producción del sudor.

"Esta inflamación genera mucho picor, un picor tan intenso que los niños pueden llegar a hacerse heridas graves a causa del continuo rascado", señalan los pediatras.

  • Urticaria: En este caso lo que van a aparecer son ronchas que pican y duran menos de 24 horas en la misma localización, pero se pueden extender por diferentes zonas del cuerpo. Lo más usual es que se localicen en el pecho, la espalda, brazos y piernas.
  • Dishidrosis: se trata de una erupción cutánea que produce ampollas de llenas de líquido que pican. Normalmente aparecen en manos y en pies, y permanecen durante 2 o 3 semanas.

Finalmente se secan y dejan la piel con un aspecto escamoso.

Es importante subrayar que, aunque son muy molestas, todas estas reacciones cutáneas no son graves y, si no hay complicaciones, desaparecen de forma natural en pocos días.

Si no fuera así, lo más indicado es acudir a un pediatra alergólogo para que valore al niño.

También es importante saber que estas irritaciones pueden empeorar si el niño sufre estrés o ansiedad por cualquier razón.

Consejos para evitar las irritaciones del sudor

Lo más práctico para que lo más pequeños no lo pasen mal con los picores que estos trastornos cutáneos provocan es evitarlos en la medida de lo posible.

Con el calor poco podemos hacer, salvo recurrir al aire acondicionado y los baños. Pero la SEICAP ofrece algunas soluciones:

  • Cuidado con los jabones y las colonias. Si sabemos que el niño tiende a presentar este tipo de lesiones cutáneas a causa del sudor, lo mejor es evitar el contacto con este tipo de productos. Existen en el mercado jabones y colonias específicas para este tipo de pieles más delicadas o atópicas.
  • Ropa de algodón o lino. Los tejidos sintéticos aumentan la irritación, así que las telas más adecuadas para vestirlos son las naturales y transpirables.
  • Baños con agua templada. Así reduciremos la sensibilidad de la piel.
  • Mantener su piel siempre limpia e hidratada.
  • Las uñas siempre cortas. Son muy pequeños y el picor les va a hacer rascarse así que es conveniente vigilar que sus uñas estén cortadas y sin picos para evitar que se hagan heridas.
  • Esponjas y toallas siempre suaves para no dañar aún más la superficie cutánea.