Uno de los dolores de espalda más habitual es el dolor lumbar. Un dolor que puede responder a muchas y diferentes causas.

Desde problemas musculares, articulares u óseos de esa zona de la espalda, hasta otros procesos que provocan un dolor irradiado a esa zona. Pero también pudieran ser un signo de una posible enfermedad inflamatoria más grave. 

Por ello, los especialistas en reumatología insisten en la necesidad de no pasarlo por alto y acudir a un médico si padecemos dolor lumbar. 

El doctor Javier Godo Brito, especialista del Servicio de Reumatología del hospital Fundación Jiménez Díaz, explica que

  • "El dolor lumbar es un síntoma muy conocido por los profesionales sanitarios, sobre todo por los médicos de Atención Primaria, y tiene una importancia capital para la identificación temprana de enfermedades reumatológicas".

El doctor Godo señala además que, "a pesar de la enorme complejidad que tiene este síntoma", el médico está preparado para reconocer los signos que hacen saltar las alarmas y "obligan a tomar medidas rápidas o a profundizar en estudios más específicos para confirmar a un diagnóstico preciso y poder tratar al paciente de forma certera".

El dolor lumbar más común es la lumbalgia mecánica. FREEPIK

Cuándo puede ser un síntoma y debemos acudir al médico

El dolor lumbar de tipo inflamatorio puede ser síntoma de patologías graves, por lo que, si no se detecta a tiempo, puede llegar a comprometer la salud y calidad de vida del paciente. 

Por este motivo, es un aspecto "de gran interés para los reumatólogos y demás especialistas que valoran el aparato locomotor", explica el especialista. 

  • “Por ello -continúa-, siempre que se presente un dolor en la columna cuyo factor desencadenante no se pueda identificar, sea persistente, no mejore con medidas básicas y conlleve interrupción o dificultad para conciliar el sueño, es necesario realizar una consulta al médico para estudiar las características de ese dolor y orientar su estudio”.

La lumbalgia mecánica

El tipo más común de dolor en la zona baja de la espalda es el mecánico, también denominado lumbalgia mecánica.

Se trata de una de las dolencias más frecuentes en la población general, que se caracteriza por un dolor dorsal o lumbar que se reproduce ante determinados gestos, posturas o movimientos.  Y como subraya el doctor Godo:

  • "Este cuadro tiene que ver principalmente con los diferentes hábitos y estilos de vida, desde el cuidado personal y la actividad diaria laboral, hasta las posturas que adoptamos, por ejemplo, cuando nos sentamos a leer, a trabajar en el ordenador o a consultar los dispositivos a los que dedicamos cada vez más tiempo".

Este tipo de lumbalgia empeora cuando se está mucho tiempo de pie o cuando no se adopta una postura correcta de forma prolongada.

El reposo alivia o incluso hace desaparecer el dolor. 

Los reumatólogos recomiendan evitar el exceso de peso para prevenir la lumbalgia.

Consejos para los pacientes con lumbalgia

Una vez que el especialista ha determinado que se trata de una lumbalgia mecánica es momento de tratar de aliviar el dolor de esta parte de la espalda.

Con independencia de que estemos tomando algún tipo de fármaco o no, desde la Fundación Española de Reumatología facilitan un decálogo para pasar esas crisis de lumbalgia. 

Evitar el sobrepeso. El exceso de kilos puede sobrecargar “las estructuras vertebrales a veces degeneradas”. Así que bajar de peso o mantener un peso ajustado permitirá reducir el dolor o evitar que se repita. 

Revisar el estado del colchón. Los expertos en reumatología señalan que “está demostrado que los colchones de consistencia firme proporcionan mayor soporte y disminuyen los dolores de espalda”. Así que un cambio de colchón puede solucionar algunos dolores. 

En cuanto a en qué postura dormir, los expertos recomiendan hacerlo boca arriba, con una pequeña almohada o cojín bajo las rodillas. También hacerlo de costado con una almohadilla entre las piernas. Es mejor evitar dormir boca abajo.

Cuidado con los cambios de posturas durante el día. En este punto hay varios aspectos a tener en cuenta. Si vamos a coger algún objeto que esté en alto hay que ayudarse con una escalera. En cambio, si vamos a recoger algo del suelo hay que hacerlo doblando las rodillas. En cualquier caso, siempre hay que evitar coger objetos excesivamente pesados. 

Por último, si se va a estar mucho tiempo de pie, los especialistas recomiendan apoyar una pierna en un taburete o cualquier objeto que lo permita. 

Usar calzado adecuado. Quedan descartados los tacones. Y, en determinados casos, puede ser necesario acudir a un podólogo para realizar un estudio de la pisada. 

- Nada de tabaco. Los especialistas de la Fundación Española de Traumatología explican que el tabaco provoca una disminución de oxígeno crónica en el organismo “al disminuir el calibre de los vasos sanguíneos lo que origina una disminución del aporte de oxígeno a los tejidos, dificultando así su capacidad de regeneración”. 

- Evitar el estrés o ansiedad

- En caso de padecer una crisis aguda. Hay que evitar permanecer mucho tiempo tumbado, es mejor caminar o moverse. También se puede aplicar calor (unos 20 minutos/2 o 3 veces al día).

- Realizar ejercicios físicos que refuercen la musculatura lumbar y abdominal. 

- Atención de un fisioterapeuta. Estos profesionales pueden mejorar el dolor y corregir posturas. 

- Por último, los expertos en dermatología explican que, “en determinadas ocasiones se deberá llevar a cabo sesiones de psicoterapia y/o Terapia Cognitivo Conductual, especialmente cuando el dolor sea de larga duración y conlleve algún grado de discapacidad”.