Verdades y mentiras sobre el uso de los colutorios para mantener la higiene bucal

Estos líquidos medicinales preparados para enjuagarse la boca y después expulsarlos, son una herramienta complementaria, pero no esencial, de la higiene bucodental.

colutorios 2

colutorios 2 / Mikhail Nilov

En farmacias, supermercados o tiendas especializadas encontramos todo tipo de colutorios, más conocidos como enjuagues bucales. Para algunos es un paso más de su rutina diaria de limpieza dental, mientras que otros no han hecho uso de ellos jamás.

Según los datos que arroja la «Encuesta Poblacional: La salud bucodental en España» del año 2020, el 75% de los encuestados afirmaba entonces recurrir a veces a los enjuagues bucales (colutorios), cifra muy superior a la encontrada en 2015 (64%).

Pero lo importante no es la cantidad ni la frecuencia de uso. Según indican desde el Consejo de Dentistas de España, estos líquidos medicinales para enjuagarse la boca y después expulsarlo

  • «Son una herramienta complementaria, pero no esencial, de la higiene bucodental».

Tipos de colutorios

Tenemos a nuestra disposición una amplia variedad de colutorios en función del producto activo que utilizan en su composición.

  • Colutorios anticaries. En su composición incluyen flúor, lo que «permite evitar la desmineralización del esmalte y evita la caries».
  • Colutorios antigingivitis. En este caso el enjuague contiene agentes antisépticos con el fin de combatir las diferentes bacterias que provocan la gingivitis.
  • Colutorios frente a la sensibilidad dental. Permiten cortar la transmisión de la sensibilidad dental al taponar los túbulos (canales microscópicos entre la superficie del diente y su interior)
  • Colutorios frente a la halitosis. Ayudan a combatir las bacterias que producen el mal aliento.
Son muchos los beneficios de una buena higiene bucal

Son muchos los beneficios de una buena higiene bucal / George Becker

Mitos sobre los colutorios

Ante esta amplia gama, los dentistas insisten en dos aspectos fundamentales:

  • En primer lugar, que debemos tener muy claro que el uso de estos productos «nunca sustituyen al cepillado ni a la higiene interdental».
  • En segundo lugar hay que tener en cuenta que, aunque tienen muchos beneficios, el uso de enjuagues bucales sólo debe hacerse si así lo ha prescrito el dentista. Será el profesional quién determine qué colutorio usar, cuándo y cómo.

Porque, como dice el refrán, puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Y es que el uso indiscriminado de colutorios, lejos de mejorar nuestra higiene oral, puede provocar que nuestros dientes se tiñan de amarillo o nuestro gusto se altere.

Además, lo más importante es que el uso de enjuagues puede «enmascarar determinadas lesiones que pueden ser graves», explican desde el Consejo de Dentistas de España.

En el caso de las personas que hacen uso de los enjuagues bucales para combatir el mal aliento, puede ocurrir que no mejoren mucho su problema. Y es que según explican los especialistas, la halitosis puede deberse a muchas razones, entre las que podríamos destacar:

  • El consumo de determinados alimentos o medicamentos
  • El tabaco
  • No cepillarse los dientes con regularidad
  • Boca seca
  • Incluso tener alguna infección en la boca, la nariz o la garganta, puede provocar un olor desagradable en la boca.

Por último, el Consejo de Dentistas advierte que:

  • «Algunos colutorios llevan alcohol en su composición, habiéndose asociado este hecho a determinadas patologías orales, entre otras sequedad e irritación de las mucosas».

Y aunque el enjuague no contenga alcohol, puede provocar ‘efectos colaterales’, como teñir los dientes, si se utilizan con excesiva frecuencia, sin tener en cuenta cuál debe ser la concentración adecuada y, por supuesto, sin no lo ha prescrito un especialista.