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Entrevista | Dra. Aránzazu González del Alba Presidenta del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG)

El cáncer renal, una enfermedad silenciosa que aparece a partir de los 60 años y con alta tasa de supervivencia

Es raro antes de los 40 años, excepto en casos hereditarios donde el cáncer renal puede presentarse en edades más jóvenes

La doctora Aránzazu González del Alba, presidenta del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG) y coordinadora de la Unidad de Cáncer Genitourinario del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro

La doctora Aránzazu González del Alba, presidenta del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG) y coordinadora de la Unidad de Cáncer Genitourinario del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro / Cedida

Madrid

En España se diagnosticarán 9.500 casos de cáncer renal en 2025. Es un tumor que es más frecuente en hombre que mujeres, y la mayoría de ellos corresponden al carcinoma de células renales. El más común es el carcinoma de células claras, que representa el 85% de los casos de cáncer de riñón en nuestro país.

Como explica a este diario la doctora Aránzazu González del Alba, presidenta del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG) y coordinadora de la Unidad de Cáncer Genitourinario del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro, el 15% restante de casos corresponde a cánceres papilares, cromófobos u otros tipos menos frecuentes. El desarrollo de la enfermedad, como ocurre en otros tipos de cáncer, está influido por factores ambientales, genéticos y por alteraciones en los mecanismos de reparación del ADN.

El 5% de los casos son hereditarios

Entre los factores de riesgo más importantes destacan el tabaquismo, que es el principal factor junto con el sobrepeso y la obesidad. Además, es más frecuente en pacientes que han recibido un trasplante de riñón o en quienes abusan del consumo de analgésicos. "Un porcentaje menor, menos del 5%, de los casos ocurre en el contexto de síndromes hereditarios con predisposición familiar", matiza la oncóloga.

La edad media de diagnóstico está entre los 60 y 65 años, con mayor incidencia entre los 50 y 70. "Es raro antes de los 40 años, excepto en casos hereditarios donde el cáncer renal puede presentarse en edades más jóvenes".

La mitad de los casos se diagnostican durante otras pruebas médicas

En cuanto a los síntomas, "el cáncer renal suele ser silencioso. Aproximadamente la mitad de los casos se detectan de forma incidental cuando el paciente se realiza una prueba de imagen por otro motivo y se encuentra una masa en el riñón", señala la doctora González del Alba.

La clásica tríada de síntomas —hematuria, dolor en el costado y tumoración palpable— aparece en menos del 10% de los casos y suele estar asociada a tumores en fases avanzadas.

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografía, tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética, que permiten evaluar el tamaño y la extensión del tumor. "La confirmación del tipo de cáncer se realiza a través de una biopsia guiada por imagen, que ayuda a definir el tratamiento más adecuado", recalca.

Muchos de los casos de cáncer de riñón se diagnostican de forma casual

Muchos de los casos de cáncer de riñón se diagnostican de forma casual / Imagen facilitada por ABEX Excelencia Robótica

Es un tumor que, al igual que en otros cánceres, se pueden evitar con hábitos de vida saludables:

  • mantener una dieta equilibrada
  • evitar el sobrepeso
  • y, fundamentalmente, no fumar, ya que el tabaco es el principal factor de riesgo

El 75% son candidatos a tratamiento curativo

Sobre los tratamientos actuales, aproximadamente el 75% de los cánceres renales se diagnostican en fases localizadas, por lo que son candidatos a tratamiento curativo, hace hincapié la doctora.

"La cirugía es el tratamiento principal y puede consistir en la nefrectomía radical (extirpación total del riñón) o nefrectomía parcial en tumores pequeños para preservar función renal". Actualmente, estas intervenciones suelen realizarse por vía laparoscópica, que es menos invasiva.

Y remarca que la radioterapia estereotáctica (SBRT) se ha introducido como una nueva opción para tumores pequeños (menores de 3 cm), ofreciendo un tratamiento muy preciso.

"La vigilancia activa es una estrategia utilizada en pacientes ancianos o con comorbilidades que presenten tumores pequeños, para monitorizar la evolución sin cirugía inmediata", subraya la doctora González del Alba.

En casos de cáncer renal avanzado o metastásico, "disponemos de varias opciones. Los inhibidores de la tirosina quinasa, que actúan bloqueando la vascularización que el tumor necesita para crecer, se administran por vía oral y han sido usados desde aproximadamente 2005".

Sin embargo, el avance más significativo ha sido la inmunoterapia, con "fármacos anti-PD-1 y PD-L1, administrados por vía intravenosa. La inmunoterapia ha demostrado mejorar la supervivencia en enfermedad localizada de alto riesgo tras cirugía (tratamiento adyuvante) y es fundamental en enfermedad metastásica".

La combinación de inmunoterapia con inhibidores de la tirosina quinasa o doble inmunoterapia aumenta notablemente la supervivencia y consigue largos supervivientes en los pacientes que responden al tratamiento En España, aunque "se dispone de la doble inmunoterapia, la combinación con inhibidores de la tirosina quinasa no está financiada aún. Con la doble inmunoterapia, aproximadamente el 50% de los pacientes metastásicos siguen vivos a los 3-4 años, y un 30% a los 9 años, un gran avance frente al pronóstico previo a la llegada de la inmunoterapia, cuando menos del 10% sobrevivían a los 5 años".

Desde la llegada de la inmunoterapia podemos albergar una esperanza de curación para algunos pacientes que "responden muy bien a la inmunoterapia y un cambio sustancial en el manejo del cáncer renal".

La detección precoz es clave

Los pacientes con enfermedad localizada tienen tasas de supervivencia de hasta el 80%. Sin embargo, "no existe un programa de cribado para cáncer renal; suele diagnosticarse incidentalmente", advierte.

Para quienes presentan síndromes hereditarios con mayor riesgo, "sí se recomienda un seguimiento periódico con pruebas de imagen desde edades tempranas, según las recomendaciones de las unidades de cáncer familiar".

El cáncer renal es una enfermedad que, detectada a tiempo, tiene buenas posibilidades de tratamiento curativo. La prevención mediante la eliminación de factores de riesgo y hábitos saludables es fundamental, y los avances en tratamiento, especialmente en inmunoterapia, ofrecen nuevas esperanzas a los pacientes.

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