En los momentos más complicados para el turismo de los últimos tiempos, la Vall d’Uixó dio en les Coves de Sant Josep un ejemplo de adaptación y se convirtió en referente para otros destinos de sus mismas características en cuanto a seguridad sanitaria y adaptación a las nuevas condiciones exigidas por la pandemia. Ahora, cuando parece que cada vez estamos más cerca de la antigua normalidad, la ciudad ha dado un paso más en su propósito de hacer del río subterráneo un ejemplo de sostenibilidad, modernización e inclusión, porque la visita a las grutas ya puede hacerse sin que la diversidad funcional se convierta en un obstáculo

En la consecución de este objetivo ha sido esencial la colaboración entre administraciones y entidades privadas, como la Diputación de Castellón y Cocemfe. Con los recursos aportados por el gobierno provincial y el asesoramiento de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, la Vall ha podido hacer efectivo un propósito que perseguía desde hace mucho tiempo: que nadie con el propósito de conocer esta maravilla natural se quede sin hacerlo por encontrarse con obstáculos físicos.

Y así, con nuevos proyectos ejecutados y a disposición de los usuarios, les Coves y la Vall afrontan la primera temporada alta después de dos años de limitaciones y restricciones. Las previsiones son muy buenas y todos esperan volver a ver las imágenes que caracterizan a este paraje singular de Castellón, único en Europa, con colas en los accesos al embarcadero, de personas ilusionadas por emprender su travesía subterránea en el segundo destino turístico de la provincia por número de visitantes. Y es que cualquier espera vale la pena si la recompensa es adentrarse en un enclave vivo, en permanente y pausada evolución.

Estos días resulta especialmente recomendable la reserva y adquisición de las entradas a través de la página web de les Coves, pues más de una vez, personas desplazadas de manera expresa para conocer la cavidad se han encontrado con el cartel de "No hay entradas" colgado en las taquillas. La previsión, en el caso de este destino, es buena idea. 

Quien escoja la Vall d’Uixó para pasar alguna jornada en sus vacaciones de Semana Santa debe saber que el de les Coves es solo el inicio de un viaje que describe y define lo que es esta ciudad hoy en día.

Camí de l'aigua

A pocos metros sobre la gruta, solo con completar una empinada escalera que ayuda a salvar la distancia que separa la base de la montaña de su cima, se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos más valiosos de la Vall --que no el único, pues el término es rico en restos históricos--, el poblat íber de Sant Josep.

Las personas interesadas pueden adquirir una entrada especial para participar en las visitas guiadas que suelen organizarse de manera complementaria con la de les Coves. El río que surca las profundidades del paraje es el origen de todo. Su existencia y su misterioso nacimiento, todavía no esclarecido, atrajeron a las primeras civilizaciones a estas tierras, donde decidieron establecerse. Siglos de presencia humana que han dejado un rastro inequívoco que cualquier persona con inquietudes puede recorrer partiendo desde Sant Josep.

El Ayuntamiento está haciendo un gran esfuerzo para que cualquiera que llegue a la Vall comprenda la relevancia de su historia e identidad.