Cinco pueblos medievales de Castellón en los que perderse esta Semana Santa

Una vez concluidas las fiestas de Magdalena y Fallas muchos castellonenses ya están realizando planes para Pascua, la próxima fecha señalada en rojo en el calendario

La provincia de Castellón cuenta con encantos que cautivan a cualquier visitante.

La provincia de Castellón cuenta con encantos que cautivan a cualquier visitante.

Uno de los principales atractivos de Castellón se encuentra en conocer la rica historia que atesoran buena parte de sus municipios. Destacan en la geografía provincial un buen número de pueblos medievales, asentamientos que se desarrollaron durante la Edad Media, un período de la historia europea que abarcó desde el siglo V al siglo XV. Estos pueblos se caracterizaban por estar rodeados por murallas, tener una estructura urbana compacta y estar dominados por una iglesia y un castillo.

En un pueblo medieval, las casas se construían con materiales locales, como la piedra y la madera, y solían tener techos de paja o tejas. La economía de un pueblo medieval se basaba en la agricultura y la artesanía, y la mayoría de los habitantes trabajaban en estas actividades. 

La provincia de Castellón cuenta así con varias localidades que tienen una rica historia medieval y conservan importantes monumentos y construcciones de esta época. Algunos de estos municipios son Morella, Peñíscola, Culla o Vilafamés, que se encuentran en la asociación de los Pueblos más bonitos de España por méritos propios, pero existen otros como Ares del Maestrat, Sant Mateu o Segorbe que bien podrían estarlo.

Segorbe

Gracias a los hallazgos arqueológicos encontrados en El Cerro de Sopeña podemos situar el primer asentamiento humano en torno al 1.550 a.C.. Posteriormente también habitaron íberos y romanos. Tras la Reconquista situaron aquí su castillo-alcazar los reyes de Aragón, Martín I "el Humano" y su esposa María de Luna, y posteriormente los señores y Duques de Segorbe, hasta el s. XVI.

Acueducto medieval de Segorbe.

Acueducto medieval de Segorbe.

¿Qué hacer en Segorbe?

Destaca el Casco Antiguo de Segorbe de trazado medieval. También encontramos monumentos de carácter militar como las Torres cilíndricas de la Cárcel y del Verdugo, que junto con el Arco de la Verónica formaban parte de la muralla de la ciudad. Se pueden encontrar monumentos civiles importantes como el Ayuntamiento, antiguo palacio ducal y el edificio del Museo Arqueológico y el del Aceite. Monumentos religiosos como la Catedral Basílica, la Iglesia de San Joaquín y Santa Ana, la de San Pedro, San Martín y el Seminario. Centro Interpretación de la Entrada de Toros y Caballos, Criptas de la Catedral y Centro de Interpretación de las Torres Medievales.

Sant Mateu

El origen de Sant Mateu es anterior a la conquista del mismo por Jaime I. Entregada a los Hospitalarios en 1237 estos ortogan Carta Puebla. En 1319 pasó a pertenecer a la Orden de Montesa conviertiéndose en residencia de los Maestres y en cabeza y capital del Maestrazgo. Empieza aquí una esplendorosa época en la que Sant Mateu se convierte en un importante centro exportador de lana a los telares de Florencia y su región. Su importancia política se evidencia en la celebración de Cortes Generales del reino en 1369-1370, 1421, 1429 y 1495. Visitaron la población personajes como San Vicente Ferrer, Clemente VIII, Felipe II y Benedicto XIII, el Papa Luna, que en 1410 y durante unos meses fue señor temporal de la población. El acontecimiento histórico más importante acaecido en Sant Mateu fue el fin del Cisma de Occidente, el 15 de agosto de 1429.

Fuente del Ángel de Sant Mateu.

Fuente del Ángel de Sant Mateu.

Qué hacer en Sant Mateu

Un paseo por Sant Mateu nos descubrirá la importancia histórica de esta acogedora población y revivir la historia de la Orden de Montesa, del Papa Luna, del cátaro Belibaste, las visitas de San Vicente Ferrer, las Germanías y muchísimos hechos históricos más. El centro de la población es la acogedora Plaza Mayor porticada (S.XIV) donde se encuentra la Fuente del Ángel. Nuestro recorrido empieza por un bello ejemplo de arquitectura gótica del Maestrazgo como es el edificio del Ayuntamiento o Cort Nova (s.XV). Junto al Ayuntamiento, encontraremos el Carreró dels Jueus y el Palacio Borrull o L’Audiència, palacio gótico del siglo XV, edificio en el que se encuentran la Oficina de Turismo y el Museo Histórico Municipal. En la misma calle encontramos un antiguo horno gótico (s.XIV). En otra zona se encuentra la plaza donde observamos la fuente monumental de la Mare de Déu de la Font (s.XV). Esta emblemática fuente se encuentra rodeada de seis columnas toscanas y coronada por la imagen de la Virgen con Niño del s.XV.

De los edificios religiosos destaca la Iglesia Arciprestal (s. XIII - XVIII), majestuoso ejemplo de arquitectura gótica valenciana. Conserva una portada románica (s.XIII), la portada lateral gótica o Porta Falsa (s. XV) y su imponente torre - campanario octogonal (s.XV). En su interior podemos observar su magnífica nave, su bóveda de crucería, las reliquias de San Clemente Mártir y el Museo Arciprestal donde destacan el Lignum Crucis (s. XV), el relicario de Madonna Galina (s. XV), el cáliz del Papa Luna ( s. XV) y la Creu Grossa (1397),cruz procesional mayor gótica realizada por orfebres de la villa y obra maestra de la orfebrería gótica valenciana. En las calles de la parta alta de la población, junto a interesantes muestras de arquitectura señorial, podemos observar el exterior de la iglesia de San Pedro (s. XIII - XVIII). También podemos visitar el Museo de les Presons con sus lóbregas mazmorras. Cerca de aquí encontramos el Convento de las Agustinas (s. XVI - S. XVIII) con una iglesia de estilo barroco y el Palacio del Marqués de Villores (s. XVI), un bello ejemplo de arquitectura renacentista Cerca de la Plaza Mayor podemos pasear bajo las murallas del siglo XIV y desde aquí acercarnos al Museo Paleontológico “Juan Cano Forner”, impresionante colección privada de paleontología calificada por los expertos como la mejor de la Comunidad Valenciana. A 2,5 km. de Sant Mateu, en la cima de una montaña se encuentra la Santuario de la Mare de Déu dels Àngels (s. XVI), donde podremos disfrutar de la belleza de la iglesia, de la hospedería anexa y de la vista panorámica sobre Sant Mateu y la comarca del Maestrat.

Ares del Maestrat

La historia de Ares del Maestrat comienza ya en la prehistoria, como lo atestiguan las excepcionales pinturas rupestres pertenecientes al Arte Rupestre Levantino, que encontramos en la Cueva Remigia y que fueron declaradas por la UNESCO patrimonio de la humanidad. El castillo con restos ibéricos va a ser a lo largo de toda la historia elemento activo en las vicisitudes de la población. La ciudad, edificada y fortificada por los romanos, fue luego destruida, fortificada y engrandecida por los musulmanes. Conquistada en 1170 por Alfonso II, es Pere II d'Aragó quien da la primera Carta Puebla. Jaume I la reconquista definitivamente en 1232. En 1234 pasa a manos de la Orden del Temple y posteriormente a la de Montesa.

Vista panorámica de la población.

Vista panorámica de la población.

Qué hacer en Ares del Maestrat

Desde la Plaza Mayor pasamos por los Porches, siguiendo por la Cárcel del s.XIII, el Monumento a Jaume I, llegando a la Iglesia cuya apariencia actual data del s. XVIII, con un campanario del s. XIII. En dirección al Castillo, encontramos la Cova y la Muralla Árabe. Una vez llegamos allí encontramos los restos del Castillo árabe y la Torre Vigía. Alrededor del Castillo encontramos los portales de las murallas.

Vilafamés

Restos de un homo neanderthalensis del 120.000 al 80.000 a.C son los vestigios más antiguos del poblamiento de Vilafamés. Más cercanos son los restos de la Cultura Magdaleniense Superior Final (13.000 - 12.000 a.C.) encontrados en la Cueva Matutano, dentro de la población y diversos poblados ibéricos que circundan la Plana de Vilafamés. Villa de origen islámico conquistada por Jaime I en 1233. En 1242 se confirma la carta de población. Durante su desarrollo histórico perteneció a la Orden de Sant Joan de l'Hospital y en 1319 pasó a la Orden de Montesa. El castillo sufrió importantes destrozos en época Carlista y fue restaurado posteriormente.

Una de las calles de Vilafamés, con la Roca Grossa, uno de los enclaves más populares de la población.

Una de las calles de Vilafamés, con la Roca Grossa, uno de los enclaves más populares de la población.

¿Qué hacer en Vilafamés?

Se puede efectuar un recorrido por el casco antiguo, que desde la Plaza de la Fuente, nos lleva a ascender hasta la Roca Grossa. Desde allí y por la empedrada calle Cervantes y calle de la Iglesia, llegamos a ésta. De ahí, a la Plaza de la Sangre, para admirar la Iglesia del mismo nombre, situada frente a la antigua Casa de la Vila, de origen medieval. Desde esta misma plaza se accede al Quartijo donde se encuentran las construcciones más antiguas de la población, y por la escalinata subiremos al Castillo de origen árabe. Descendiendo por las calles, Pilar y Diputación, podremos observar hermosas fachadas hasta llegar al Museo de Arte Contemporáneo, en el Palacio del Batlle. El Ayuntamiento, es una antigua casa señorial que se encuentra a poca distancia.

Culla

Remonta sus orígenes a épocas prehistóricas, como demuestran los restos arqueológicos y las pinturas rupestres. Hasta principios del siglo XIII fue de dominio musulmán. Reconquistada en 1233 por D. Blasco de Alagón, en 1244 recibe la Carta Puebla. El Castillo de Culla tenía en aquella época un importante papel estratégico por su situación y lo amplio de su territorio. En 1303 es vendido a la Orden del Temple y 1317 pasa a depender de la Orden de Montesa. Cabe destacar la importancia que tuvo la Setena de Culla o Comunitat d'Herbatge, constituida por siete poblaciones y que perduró hasta mediados del siglo XIX. En el siglo XIX , tras la guerra carlista, el Castillo de Culla fue destruido y arrasado. Lo que quedó fue básicamente la imagen actual de la localidad.

El centro de Culla posee un sinfín de rincones para perderse.

El centro de Culla posee un sinfín de rincones para perderse.

¿Qué hacer en Culla?

El casco antiguo de Culla ofrece un interesante recorrido, declarado Bien de Interés Cultural, el Conjunto Histórico Artístico, con sus distintos edificios rehabilitados cargados de historia, calles y callejuelas, plazas y plazoletas llenas de tradición. Podemos deleitarnos con las Ruinas del antiguo castillo árabe del siglo XIII, el antiguo Granero del Comendador, conocido actualmente como La Presó del siglo XIII y XIV, el Antiguo Hospital, la Iglesia de El Salvador.Y otros muchos rincones que han sido restaurados, como el mirador de El Terrat, que ofrece unas impresionantes vistas panorámicas.

Peñíscola

El impresionante Castillo de Peñíscola domina esta antigua población, asentada sobre un tómbolo que se adentra en el mar, creando así una de las siluetas más bellas y reconocibles del Mediterráneo. El Castillo de Peñíscola, desde tiempos de la dominación romana, se ha considerado una sólida plaza fuerte, que se convirtió en sede papal cuando Benedicto XIII (el Papa Luna), una de las figuras hispánicas más universalmente conocida, se trasladó en 1411 a Peñíscola, convirtiendo el antiguo castillo de los Templarios en palacio y biblioteca Papal.

En la impresionante atalaya de Peñíscola se unen un rico patrimonio artístico junto a un bien conservado casco antiguo en el que la omnipresente esencia mediterránea se respira en cada una de sus calles. En la actualidad el Castillo de Peñíscola es uno de los atractivos turísticos más importantes del arco mediterráneo español y un gran contenedor cultural que ofrece una completa programación de festivales, eventos y actividades a lo largo de todo el año.

Playa con turistas en Peñíscola.

Playa con turistas en Peñíscola, con el Castillo de fondo.

¿Qué hacer en Peñíscola?

Son muchos los enclaves imprescindibles que existen en la población costera del Baix Maestrat, pero si tuviéramos que elegir algunos de ellos nos quedaríamos con estos: El Castillo y sus jardines, El Bufador, el Santuario de la Mare de Déu de la Ermitana, la Iglesia Parroquial de la Virgen del Socorro, Portales y Torres, Murallas, Museu de la Mar o Lonja de Pescado.

Morella

Estas tierras ya estaban habitadas hace unos 60 millones de años por los grandes dinosaurios, pero es a partir del Neolítico (4.000 a.C.) cuando quedan las primeras huellas humanas (pinturas rupestres). En 1232 el Rey Jaume I conquista Morella y abre camino a toda la época medieval de máximo esplendor. En 1414 se produce el encuentro del Papa Luna, el Rey Fernando de Antequera y Sant Vicent Ferrer. La época contemporánea resalta por las guerras carlistas, siendo bastión inexpugnable del General Ramón Cabrera.

Panorámica de la capital de Els Ports.

Panorámica de la capital de Els Ports.

¿Qué hacer en Morella?

Entrando por la puerta de San Miguel se toma la calle Virgen del Pilar que sin dejarla conduce a los Porxes, lugar céntrico y destacado por su belleza, a la derecha tomamos la calle Virgen de Vallivana que conduce a la Basílica y de ahí se sube al Castillo por la calle hospital.