El presidente balear, el socialista Francesc Antich, advirtió de que un accidente como el del Prestige causaría "una situación dramática para el sector turístico". Por ello, el Gobierno balear reclamará a la Administración central un real decreto que prohíba a las embarcaciones que lleven combustible navegar entre Mallorca, Menorca e Ibiza. Antich pedirá el apoyo de Cataluña y de la Comunidad Valenciana.