Galicia copará el grueso de las inversiones del Estado en los próximos años. Tras reunir al Consejo de Ministros en A Coruña como "símbolo" de su "compromiso" con esta comunidad, José María Aznar anunció ayer un plan destinado a reactivar la economía gallega tras la catástrofe del Prestige. Habrá nuevas líneas de alta velocidad, más autovías y ayudas financieras, todo ello por un importe de 5.207 millones de euros, más de 866.000 millones de pesetas.

Por cuarta vez desde que accedió al poder, Aznar se llevó ayer al Consejo de Ministros lejos de los muros de la Moncloa, esta vez al Ayuntamiento coruñés. Para que los gritos de protesta no perturbaran al Gobierno, un impresionante despliegue policial acordonó la Plaza de María Pita, convirtiendo en un verdadero búnker el centro neurálgico de la capital.

DAR UN "FUERTE IMPULSO"

El Plan Galicia --así bautizó Aznar el programa de actuaciones aprobado por el Consejo de Ministros-- persigue, entre otros objetivos, regenerar las zonas afectadas por los vertidos, potenciar la inversión productiva, diversificar la actividad económica, promover el reequilibrio territorial de Galicia y potenciar su imagen exterior. Y, por encima de todo, dar un "fuerte impulso" a Galicia para que "vuelva a coger velocidad", en palabras de Aznar.

El plan de actuaciones asciende oficialmente a 12.459,5 millones de euros --más de dos billones de pesetas--, pero en realidad engloba más de 7.200 millones de euros que estaban programados mucho antes del hundimiento del Prestige y del posterior desastre medioambiental.

La inversión adicional, de 5.207 millones de euros, se repartirá en tres partidas: saneamiento de las costas y las playas dañadas por los vertidos --1.000 millones--; estímulos a la economía productiva y promoción del turismo en Galicia --585,5 millones--, y construcción de otros 270 kilómetros de líneas del AVE y de dos autovías adicionales, por un importe total de 3.622 millones. Estos nuevos proyectos se pondrán en marcha durante la presente legislatura, pero el grueso de la inversión deberá arrastrarla el Gobierno que se forme tras las próximas elecciones generales.

ADELANTO DE LAS OBRAS

Además de iniciarse estas obras, se adelantarán notablemente los plazos de construcción de las autovías y líneas férreas que ya estaban presupuestadas, algunas de las cuales se licitarán en los próximos meses.

Con la puesta en marcha de esta nueva batería de infraestructuras, Aznar complació al presidente de la Xunta gallega, Manuel Fraga, que en diciembre le solicitó estas mismas inversiones durante la reunión que celebraron en la Moncloa. Ayer Fraga saludó personalmente a los ministros desplazados a A Coruña y comió con el presidente para expresarle su agradecimiento.

A estas cifras habrá que añadir los 26 millones de euros que el Gobierno seguirá gastando cada mes en las indemnizaciones para los afectados por la catástrofe ecológica y, más adelante, también los costes que acarreará la solución definitiva para que el Prestige no siga vertiendo petróleo desde el fondo del mar.

Al dar cuenta de las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, que después expuso al empresariado gallego y a los representantes de las cofradías de pescadores, el presidente las definió como "un compromiso personal y del Gobierno". "He impulsado este plan personalmente, y lo he querido presentar personalmente. Lo he considerado y lo considero una parte de mis deberes", enfatizó durante la rueda de prensa.

PLAN "PROPAGANDÍSTICO"

Los socialistas y el BNG coincidieron en calificar el plan de "propagandístico", insuficiente y falto de soluciones. El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, acusó a Aznar de destinar a Galicia "muchas dosis de propaganda y poco presupuesto".

El coordinador del BNG, Anxo Quintana, dijo que Aznar actúa "como un director de banco" que anuncia créditos en lugar de afrontar "la inversión del sector público que necesita Galicia".