El enlace con Francia del AVE ha sufrido un nuevo tropiezo, que es ya el enésimo. Los gobiernos de ambos lados del Pirineo han decidido no adjudicar la construcción y explotación del tramo Figueres-Perpiny al consorcio privado Euroferro tras nueve meses de negociaciones.

La búsqueda de un nuevo concesionario retrasará la obra como mínimo un año. Si el plazo realista de inauguración se situaba en el 2007-2008, desde ayer puede hablarse ya del 2008-2009.

El anuncio de la ruptura definitiva de las negociaciones lo efectuó el miércoles la comisión creada expresamente por los gobiernos de España y Francia para la construcción del tramo internacional Figueres-Perpiny . En la nota oficial no se especifican los motivos. Sólo se indica que la comisión "ha propuesto a los dos gobiernos declarar finalizadas las negociaciones" debido a la imposibilidad de aceptar "los últimos planteamientos" del consorcio Euroferro, al ser "incompatibles con los principios esenciales" que rigen el sistema de adjudicaciones públicas, como se refleja "en los pliegos de las cláusulas de la concesión".

Fuentes de la comisión intergubernamental explicaron que Euroferro, integrado mayoritariamente por la constructora española Dragados y la francesa Bouygues, quería obtener garantías mínimas de volumen de tráfico que le permitieran asegurar la rentabilidad de la concesión. Dragados atribuyó la ruptura al rechazo de dicha exigencia.