La directora ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Gro Harlem Brundtland, anunció ayer el fin de la recomendación de no viajar a Toronto (Canadá), una de las ciudades afectadas por la neumonía asiática. Brundtland justificó la medida en que no se ha producido en los últimos 20 días contagio alguno del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) entre personas y en el refuerzo de las medidas de control aeroportuarias impuestas por las autoridades canadienses a los pasajeros sospechosos de padecer el virus.

La OMS mantiene, sin embargo, el consejo de no viajar a Pekín y a las provincias chinas de Shanxi y Guandong, así como a la excolonia británica de Hong Kong.

Brundtland indicó que el organismo de las Naciones Unidas basa sus advertencias de no viajar a determinados lugares donde haya SARS en tres criterios: la magnitud de casos, la ultima fecha de contagio entre la comunidad local y el último caso de exportación del virus a otras zonas.

"Quisiera recordar que Toronto todavía tiene un brote de SARS y que el levantamiento de este consejo sobre viajes no cambia la realidad de que es un área afectada", comentó Brundtland. Recordó, además, que la OMS recomendó el pasado 27 de marzo que se tomaran "medidas de vigilancia en los aeropuertos para los pasajeros que abandonaran las áreas afectadas" por la neumonía.

Según las últimas cifras de la OMS, en el mundo han fallecido 353 personas de las 5.462 supuestamente contagiadas de neumonía asiática, un 90% de ellas en China y la antigua colonia británica de Hong Kong.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, reconoció ayer la gravedad de la situación en su país, durante la cumbre extraordinaria con los líderes del sureste asiático en la que se establecieron nuevas medidas de control para frenar la epidemia.

Los líderes se comprometieron a reforzar las fronteras, informar al público para prevenir el pánico sin fundamento. Además, solicitaron a la OMS una reclasificación de los países afectados y la actualización de las recomendaciones de viaje, en vista de las graves consecuencias económicas originadas.