Las participantes en el Congreso Nacional Mujer en el siglo XXI: nuevo impulso para el desarrollo coincidieron ayer en destacar que uno de los retos para este nuevo siglo es conseguir la equiparación real y plena entre los hombres y las mujeres y terminar con la discriminación por razones de sexo.

Cerca de un millar de mujeres participa desde ayer y hasta el jueves en este congreso, en el que se abordan aspectos como la mujer y la sociedad del bienestar, el impacto de la desigualdad sobre el trabajo de las mujeres o los ámbitos de actuación para el desarrollo y la participación.

El congreso, organizado por la Asociación de Amas de Casa y Consumidores Tyrius, fue inaugurado por el presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, y la alcaldesa, Rita Barberá.

Olivas aseguró que uno de los principales retos del siglo XXI es que la sociedad "logre la equiparación real y plena entre hombres y mujeres", y recordó que "la igualdad de género dista mucho de haberse conseguido".

Olivas señaló que en la sociedad de este nuevo siglo la mujer "constituye un pilar básico para hacer frente a sus características de cambio, dinamismo y globalización".

Destacó que la Ley de la Generalitat para la igualdad de hombres y mujeres constituye la primera norma que aborda en España la equiparación real y en todos los ámbitos.

Zaplana aseguró, por su parte, que sin la participación de la mujer "no hay sociedad de bienestar en el futuro", y reconoció que uno de los problemas del país es el desempleo femenino, cuya tasa de paro está en el 17%.

Por su parte, Barberá afirmó que el protagonismo creciente de la mujer "se manifiesta a través del empleo, la familia, el consumo, el desarrollo rural y de su cada vez mayor presencia empresarial".