Alrededor del 10% de los niños y adolescentes españoles entre seis y 16 años sufre déficit de hierro como consecuencia de la falta de una dieta completa y equilibrada, lo que puede incidir en una disminución del rendimiento escolar.

Esta situación se debe a los cambios de hábitos nutricionales que se han detectado en los últimos años en la sociedad y que tienden a no incluir en la dieta alimentos ricos en hierro para cubrir las cantidades diarias recomendadas de este mineral, explicó ayer la profesora de Pediatría de la Universidad de Granada, Cristina Campoy.

Una dieta rica en carnes rojas como la ternera, el hígado de cerdo o el cordero; en pescado y marisco, sobre todo, almejas y mejillones, y en verduras, legumbres y frutas es "esencial", según la doctora, para prevenir la carencia de hierro que "puede afectar al desarrollo de las funciones vitales del organismo".

Campoy advirtió de que si no se mantienen las reservas necesarias de este mineral en el niño podrían aparecer síntomas como la fatiga, debilidad, irritabilidad, apatía y palidez, entre otros. Los niños o adolescentes que padecen anemia, manifestación más frecuente de la falta de hierro, suelen presentar una disminución del rendimiento escolar y físico, así como alteraciones en el sistema inmunitario que "pueden derivar en cuadros clínicos más complejos", subrayó la especialista.

Según un reciente estudio elaborado por la revista científica Pediatrics, los niños con deficiencia de hierro tienen más del doble de riesgo de tener malos resultados en las pruebas matemáticas que los escolares con un nivel de hierro adecuado.

La experta recomendó incluir el hierro en toda dieta mediante el consumo de verduras, carne, pescado y frutas ricas en vitamina C para favorecer la absorción de este mineral, y aconsejó no recurrir a la toma de fármacos "para solucionar el problema".