LONDRES. Se empieza siendo un fan, apasionándose por personajes como Kilye Minogue, Michael Jackson, Madonna, David Bowie y hasta Tony Blair, y se puede llegar a caer en el CWS (celebrity worship syndrome, es decir, el síndrome de la adoración al famoso), un término acuñado por psicólogos de la Universidad de Illinois (EEUU), que han sido los primeros en encender la alerta y sentar las bases para que otros colegas profundicen sobre el tema. EP