China no registró el sábado ninguna muerte ni nuevo contagio a causa de la neumonía asiática, según informó ayer el Ministerio de Salud. Por primera vez en más de dos meses, los pequineses frecuentan bares, cines y discotecas, hasta ahora cerrados por temor al contagio. El Ministerio de Salud chino confirmó que la epidemia de síndrome respiratorio agudo grave (SARS) está remitiendo y confía en que el número de pacientes ingresados en Pekín descienda a un centenar a primeros de julio. La previsión oficial es que en la segunda semana de julio sólo queden hospitalizados menos de 60 afectados, cifra indispensable para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) retire la recomendación de no viajar a China.

En total, en el país asiático han fallecido a causa de la enfermedad 346 personas. Se han registrado 5.329 infectados, de los cuales 4.614 han sido dados de alta. La OMS ha retirado la advertencia de no viajar a las provincias de Mongolia interior y Shanxi, donde la noticia se celebró con cohetes, símbolo de la expulsión del mal en China.

La situación en Taiwán es menos optimista, aunque, como en China, no se ha producido ninguna muerte en las últimas horas. Tres personas han contraído la enfermedad en las últimas 24 horas y se han reclasificado dos casos como positivos en Taipei. En Hong Kong, una mujer de 43 años ha muerto a causa de la dolencia, pero no se registran nuevos casos desde hace cuatro días.