Cerca del 30% de los menores de cinco años presentan problemas y/o alteraciones del sueño, unos trastornos que pueden llevar al menor a tener alterado su humor, estar irritable y mostrarse más propenso a las infecciones. Así lo explica el doctor Pin, jefe de la Unidad del Sueño de la Clínica Quirón (Valencia), en su libro Durmiendo como un niño.

La obra señala que cuando un niño cumple dos años de edad se ha pasado durmiendo alrededor de 9.500 horas (que equivale a tres meses), en contraste con las 8.000 horas que ha dedicado a todas las actividades de vigilia combinada.

Pin argumenta que un 27% de los niños de 5 a 12 años tienen problemas a la hora de irse a la cama, un 11,3% tiene los periodos de latencia (tiempo que tardan en dormirse) excesivamente largos, un 6,5% presenta despertares nocturnos y un 17% tiene dificultades al levantarse.