Las comunidades autónomas del País Vasco, Cantabria y Asturias consideran que la situación generada por el hundimiento del buque Prestige "no es un problema resuelto" porque se mantiene la aparición "diaria" de fuel en sus costas, cuya limpieza ya les ha ocasionado gastos que superan los 132 millones de euros.

Un año después de la llegada al Cantábrico de los primeros restos de fuel procedentes del hundimiento de este petrolero frente a las costas gallegas, los gobiernos de estas tres comunidades firmaron ayer una declaración en la que cuestionan "planteamientos de normalidad" del Gobierno central y advierten de que durante el invierno se mantendrán "o incluso incrementarán" los aportes de fuel respecto a meses anteriores.

DIFÍCIL CUANTIFICACIÓN Según los cálculos de estas tres comunidades, en el último año se han recogido en aguas y costas del Cantábrico cerca de 50.000 toneladas de residuos y se han gastado 132,3 millones de euros en labores de limpieza que no han sido sufragados por el Gobierno central, a los que hay que sumar "daños de difícil cuantificación en el medio marino y litoral y en los sectores productivos vinculados al mar y la costa".

En este escenario, las tres comunidades consideran en su declaración que "no es posible el cierre de este trágico episodio" porque no se trata de una situación superada sino de "una evolución prolongada".