Anoche, cuando un fuerte golpe en la puerta sobresaltaba a millones de hogares europeos, los niños se ponían a cantar al hombre que llevaban esperando desde hacía semanas. "Entra con tu ayudante/ que todos estamos sentados bien/ tal vez tengas un poco de tiempo/ antes de regresar a España". Fue el momento cumbre de una espera que comenzó a mediados de noviembre con otra canción, cuya primera frase es de las más célebres: "Allá vuelve a venir el barco de vapor desde España".

Es el ritual que se celebra cada año, desde 1325, cuando en Amsterdam se organizó la primera celebración en honor a Sinterklaas, el nombre popular que recibe San Nicolás en Holanda, país donde más ha arraigado esta tradición. Allí, igual que en parte de Alemania, Bélgica y Suiza, los críos no esperan a Papa Noel ni a los Reyes Magos, sino a este obispo que cada 5 de diciembre trae desde su palacio español un reguero de regalos.

CASTIGADOS EN EL SACO Regalos y dulces para los niños que se han portado bien, ya que los más traviesos acaban en los grandes sacos de los pajes de San Nicolás, que se llaman todos Zwarte Piet (Pedro el Negro). Llevan a esos niños a España para reeducarlos. Este castigo es la pesadilla de los más pequeños, aunque al final de una noche mágica ninguno acabará realmente en uno de esos sacos.

La procedencia española de este santo, que siempre cabalga sobre un caballo blanco y viste una capa roja, es el gran misterio de la celebración. San Nicolás existió y jamás pisó España, pero desde hace siglos los niños holandeses recitan la canción del barco de vapor que llega desde España.

San Nicolás, el santo más popular de la iglesia ortodoxa griega, nació en Licia, región de Asia Menor sita en la actual Turquía. Fue nombrado obispo de Myra, donde murió un 6 de diciembre, no se sabe si del año 345 o 352.

Este obispo español se convirtió en Papá Noel cuando los holandeses emigraron a América y exportaron la tradición de San Nicolás al otro lado del Atlántico. Al americanizarlo, el nombre de Sinterklaas pasó a pronunciarse como Santa Claus y su llegada con regalos fue pospuesta hasta Navidad.