Las agresiones a los profesionales de la Medicina se han disparado este año. Colegios y sindicatos de médicos y enfermeros calculan que cada semana sufren en España una veintena de vejaciones físicas y verbales y temen que la situación se desborde. Los profesionales sanitarios se sienten indefensos y han puesto en marcha medidas de autodefensa, ya que --denuncian-- las administraciones y los máximos responsables de los centros no hacen nada por implicarse en el problema.

"En la comunidad de Madrid se produce una agresión diaria como media", coinciden el Colegio Oficial de Médicos y el Sindicato de Enfermería (Satse), que cuentan con 30.000 y 20.000 afiliados, respectivamente. "El problema está siendo muy grave", asegura José María Porras, secretario general de Satse.

TIROS EN LA FACHADA Según la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria, el 43% de las vejaciones a médicos se registran en los centros de atención primaria y en urgencias, donde los problemas de una asistencia sanitaria adecuada son más acuciantes y están provocados por las infinitas listas de espera y los aglutinamientos sucesivos.

En Madrid, el pasado agosto las agresiones alcanzaron al 78% del personal en un centro de salud de Villaverde y otro de Vallecas. "Hubo hasta tiros. En la fachada de uno de ellos pueden verse huellas de bala", aseguró una portavoz del colegio de médicos. El colegio ha registrado desde junio 70 denuncias.

DESDE HACE 10 AÑOS Pero estos problemas no sólo se producen en pequeños centros de salud de zonas calificadas como "marginales". Es aquí donde más del 25% del personal de los servicios de urgencias hospitalarias sufre agresiones físicas, y el 87%, insultos, según un estudio de Medicina Familiar y Comunitaria.

El pasado 9 de octubre, un médico y una enfermera sufrieron una brutal agresión en el servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. En noviembre, 300 profesionales del 12 de Octubre se concentraron a las puertas del centro para exigir medidas contra las agresiones casi diarias.

El Instituto Madrileño de la Salud, que está preparando un protocolo de actuación ante situaciones conflictivas con los ciudadanos, reconoce que los altercados han aumentado de "forma considerable" durante los últimos 10 años.

Proponen crear la figura del auxiliar del médico para que, sobre todo en atención primaria, le descargue de tareas burocráticas y le brinde protección. También aboga por medidas de seguridad como instalar timbres de alarma ocultos para pedir ayuda en caso de agresiones.