Especialistas europeos en gastroenterología han alertado que el consumo excesivo de pan, pasta y pizza favorece un aumento de la incidencia de la enfermedad celíaca que puede provocar inflamaciones en la mucosa intestinal, entre otros síntomas. Esta conclusión es resultado del simposio del Instituto Europeo de la salud, dedicado a la enfermedad celíaca, en el que han participado más de 300 expertos este fin de semana.

El profesor asociado del departamento de Nutrición y Gastroenterología Pediátrica de la Universidad de Arcona (Italia), Carlo Catassi, señaló que la enfermedad celíaca está vinculada con la ingesta de gluten que se encuentra en alimentos como el pan, la pasta y la pizza.

El gluten provoca "una cascada de procesos inflamatorios en la mucosa intestinal de los pacientes", según el doctor Catassi, por lo que apuesta por una dieta más sana con menos sobrecarga de gluten para prevenir la enfermedad celíaca.

Los afectados por esta enfermedad han aumentado en los últimos años debido al comportamiento dietético de la población, según manifiestan los expertos.

La enfermedad celíaca se consideraba una patología de la infancia hasta 1990, de forma que era tratada exclusivamente por los pediatras. Actualmente, los estudios de esta enfermedad están centrados en un conocimiento más profundo de su mecanismo fisiopatológico y que en un futuro se cambiará el enfoque diagnóstico y probablemente el terapéutico, como ha destacado el doctor del departamento de Gastroenterología de la Universidad Libre de Amsterdam (Holanda) Chris J. J. Mulder.

El especialista indicó que es muy importante la variabilidad de esta enfermedad en distintos países, incluso de un mismo continente, y que han aumentado las manifestaciones no digestivas de esta patología como la artritis o alteraciones dentarias.

PACIENTES DE ALTO RIESGO Los estudios sobre factores genéticos y ambientales (dietéticos) han conseguido detectar nuevos casos como pacientes con familiares que sufren enfermedad celíaca o con patologías autoinmunes como la diabetes mellitus, tiroiditis o Síndrome de Down.

Estos pacientes de alto riesgo deben someterse a pruebas serológicas específicas aunque aparentemente no presenten síntomas clínicos digestivos.