La creación del Centro de Investigación en Medicina Regenerativa de Barcelona supone la apuesta más importante del siglo XXI en el campo de la investigación española, destacó la ministra de sanidad en funciones, Ana Pastor, al formalizar su puesta en marcha.

Pastor indicó que Cataluña ha sido una de las primeras comunidades autónomas en apostar por un modelo de investigación para el desarrollo de la terapia celular, y que la creación de este centro forma parte de un proyecto integrador que quiere contribuir al impulso de la investigación biomédica en España.

Recordó que Barcelona ha sido pionera en las técnicas de reproducción asistida y que acumula un alto porcentaje de los embriones congelados que hay en el país, y que son susceptibles de usarse para la investigación.

La ministra en funciones recibió ayer una fuerte ovación por parte de toda la comunidad científica que asistió al acto, como despedida de su cargo y en reconocimiento a la apuesta que ha hecho por la I+D, y el apoyo que ha dado desde el ministerio a la investigación catalana.

Barcelona será una de las capitales mundiales en investigación con células madre embrionarias tras constituirse ayer el futuro Centro de Investigación de Medicina Regenerativa (CIMRB), en un acto al que asistió también el director del Centro Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz.

El CIMRB trabajará conjuntamente con el Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa (Cenatmer), en el que el Juan Carlos Izpisúa Belmonte, actual director del Instituto Salk de San Diego (EEUU), será el coordinador y asesor científico.

El centro, que se ubicará en el Parc de Recerca Biomédica de Barcelona, (PRBB) tendrá un presupuesto de 6 millones de euros anuales, contará con una plantilla de 70 investigadores y estará gestionado por una fundación pública en la que participarán las administraciones central y autonómica.