El primer matrimonio entre dos hombres en Francia fue celebrado ayer en Begles, cerca de Burdeos (suroeste), por su alcalde y diputado Verde, Noel Mamere. Mamere declaró "unidos por el matrimonio" a Stéphane Chapin y Bertrand Charpentier, en una ceremonia en el Ayuntamiento, e hizo caso omiso de la oposición del Gobierno conservador y de la Justicia.

Los novios, de 31 y 34 años, respectivamente, llegaron a la Alcaldía en un Rolls-Royce, en medio de los aplausos de los defensores de los matrimonios gay, y de las protestas de los críticos que denunciaron "una farsa" y llamaron a las autoridades a intervenir.

Acogidos a su llegada por una delegación del Manifiesto por la igualdad de los derechos, un portavoz de los Verdes y un representante de la Alcaldía de París (cuyo primer edil socialista es gay), entre otros, Chapin y Charpentier pronunciaron los "síes" de rigor e intercambiaron sus anillos.

Sus allegados aplaudieron a Mamere, que ha desafiado al Gobierno y a la Justicia al seguir adelante con la ceremonia, rodeada de un importante dispositivo policial y objeto de una amplia controversia política y jurídica, que amenaza con prolongarse durante años.

La Fiscalía de Burdeos, que sigue las instrucciones del Ministerio de Justicia, anunció hace semanas su oposición a la boda con el argumento de que el código civil no permite el matrimonio de personas del mismo sexo.

En vísperas de la unión presentó un argumento de procedimiento al afirmar que Mamere no tenía "competencia territorial" para oficiar esta boda porque los novios supuestamente habían dado una dirección "ficticia" en Begles.