El jubilado injubilable Nelson Mandela (en la foto) regresó ayer por un día a la cárcel de la isla de Robben, en la que vivió un cautiverio de 27 años, para recibir la llama olímpica, que da la vuelta al mundo camino de Grecia. Era la primera vez en la historia que el fuego olímpico iluminaba África.