EL PAPA reiteró ayer el arrepentimiento de la Iglesia por los pecados cometidos por sus miembros a lo largo de los siglos, entre ellos los abusos cometidos por la Inquisición, "verdaderas formas de antitestimonio y de escándalo". Así lo afirmó en la carta enviada al cardenal Roger Etchegaray con motivo de la publicación de las actas del simposio mundial que sobre la Inquisición se celebró en el Vaticano en 1998, presentadas ayer en la Santa Sede.