SI UNA COSA separa a Antonio Banderas y Melanie Griffith (foto), ésa es el bisturí. El actor ha tratado "inútilmente" de convencer a su esposa de que no vuelva al cirujano. Y no le escucha demasiado. "Vengo de Málaga, donde las mujeres envejecen con dignidad --dice en el diario Bild am Sonntag--. ¿Para qué manipular la naturaleza? Odio esa locura casi enfermiza por la belleza".