Las operaciones contra la obesidad tienen un coste medio de entre 15.000 y 18.000 euros, según los presupuestos facilitados por varias clínicas privadas. La intervención y el tratamiento están cubiertos por el Sistema Nacional de Salud. La operación dura entre dos y tres horas. En ellas interviene un equipo formado al menos por un cirujano, dos ayudantes, un instrumentista, un anestesista, una enfermera y un auxiliar de enfermería.

Además, tras la cirugía hay que vigilar las infecciones y las tromboflebitis. A estas complicaciones se unen otras meramente físicas. Algunos pacientes, de hasta casi 200 kilos, no caben ni en las camillas ni en los aparatos de diagnóstico como los escáneres.

La cirugía es el último recurso contra la obesidad mórbida. Esta enfermedad se diagnostica cuando el índice de masa corporal (el peso dividido por la altura al cuadrado) es mayor que 40. Lo normal es que sea menos de 25. Por ejemplo, una persona de 1,65 metros la padece si pesa más de 109 kilos.