El Gobierno aprobó ayer el reglamento de conductores, un texto redactado por el anterior Gobierno pero que no llegó a aprobar. La normativa entrará en vigor en tres meses y contiene dos novedades: los conductores de turismos podrán llevar motos de 125 cc y los carnets serán como una tarjeta.

El objetivo es que los conductores caigan en la cuenta de que, para circular por la ciudad, la moto tiene muchísimas ventajas frente al coche. Por eso, a partir de ahora, los titulares del permiso B (turismos) con tres años de experiencia podrán llevar motos de hasta 125 centímetros cúbicos. Pero no todas, sino sólo las que tengan una potencia máxima de 15 CV. Es decir, básicamente escúteres que alcanzan los 100 kilómetros por hora. La medida es una reivindicación de los fabricantes, que han visto caer las ventas de ciclomotores porque los seguros son carísimos. La industria cree que la normativa potenciará la adquisición de motos.

Los conductores profesionales que no sean de la UE podrán canjear sus permisos siempre y cuando superen una prueba teórica y acrediten haber estado contratados por una empresa española durante un mínimo de seis meses. Además, deberán carecer de antecedentes por infracciones graves o muy graves. Por otro lado, las autoescuelas tendrán que reforzar la enseñanza de algunos temas, como la conducción en túneles y la actuación en caso de accidente de un autobús. Ambos aspectos pueden ser incluidos en los exámenes teóricos. De hecho, es una práctica que ya se viene realizando aunque ahora se ratifica en la nueva normativa. El reglamento modifica las maniobras correspondientes a la prueba en circuito cerrado para obtener los permisos de motocicletas, pero no entrarán en vigor hasta dentro de cinco años.

Los que aprueben el examen de conducir o los que lo tengan que renovar recibirán un permiso en formato de DNI y no el clásico tríptico. La medida, que responde a una iniciativa europea, se implantará de forma progresiva. De momento, la ciudad pionera es Córdoba. El formato se extenderá a todas las ciudades en noviembre. Los nuevos permisos, más difíciles de falsificar, no llevarán banda magnética. Sólo tendrán una foto digitalizada del conductor, así como sus datos y el tipo de vehículos que está autorizado a conducir. Además, lucirán la inicial de España sobre la bandera europea. En caso de pérdida, el conductor que solicite el carnet no obtendrá uno de los nuevos, sino uno antiguo. Tráfico cree que si no fuera así, miles de conductores perderían sospechosamente su carnet.

El nuevo reglamento de conductores contiene otra iniciativa importante para los automovilistas diabéticos y miopes. Los primeros --que se tratan con insulina-- deberán renovar sus permisos cada cuatro años y no cada dos, como ocurría hasta ahora. Se trata de una histórica reivindicación del colectivo, que siempre se ha quejado de la escasa vigencia que tenían sus carnets. Además, los conductores miopes que se sometan a una operación para reducir las dioptrías sólo tendrán que esperar tres meses para poder sentarse de nuevo frente al volante. Una vez transcurrido el primer año desde la intervención, la vigencia de sus permisos estará establecida por los médicos. La normativa aprobada ayer también admite la posibilidad de que todo aquel que quiera se saque un carnet para coches con cambio de marchas automático. El examen se realizará con este tipo de vehículos.