La séptima jornada de las fiestas de Pamplona comenzó con un dramático encierro de toros de Jandilla, que dejaron a su paso ocho corneados.

El de ayer fue el encierro más peligroso, con un total de 18 heridos, y tuvo momentos de pánico cuando, a la entrada al callejón de acceso a la plaza de toros, se formó un montón de corredores en la parte derecha contra el que arremetió uno de los jandillas, que se ensañó con un mozo que recibió cinco cornadas y se encuentra en estado grave, aunque no corre riesgo vital.

Se trata del conocido corredor del encierro de 49 años Julen Madina, natural de San Sebastián y vecino de Hernani, quien presenta dos cornadas en el glúteo derecho y otras dos en la cara posterior del muslo izquierdo, más una quinta, más pequeña, en el antebrazo izquierdo, heridas de las que fue operado en la enfermería de la plaza de toros, al igual que Raúl Jiménez, quien sufre una cornada de dos trayectorias en la cara posterior del muslo derecho.

Los otros seis corneados presentan diversas heridas por asta de toro y sus pronósticos van de menos grave a grave. En total, la Cruz Roja atendió en los puestos de socorro a 105 personas.