El director del Instituto Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Valentín Fuster, cree que los medicamentos que persiguen bloquear "el centro del placer" provocarán un "impacto social" al conseguir regular el consumo de tabaco, alcohol y alimentos y, así, prevenir enfermedades cardiovasculares.

Tras el curso magistral sobre biología vascular en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el cardiólogo catalán explica que estos fármacos regulan la liberación de la lectina, hormona que actúa en el hipotálamo, y así "interactúa" entre el sistema nervioso y el hormonal.

Las investigaciones sobre este tipo de medicamentos, iniciadas hace tres años, suponen "un campo fascinante a nivel molecular" y han sido probadas en un grupo de fumadores. Uno de cada cuatro dejó de fumar, dice el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica.

Fuster indica que también se están desarrollando dos nuevos tipos de medicamentos estimulantes "muy eficaces", uno de los cuales sirve para neutralizar el proceso de apoptosis -muerte fisiológica de células que desprenden productos tóxicos- y otro que estimula los receptores PPAR de defensa en todo el organismo con lo que se podría "hacer desaparecer la enfermedad de la arteriosclerosis".

Destaca que la investigación contra las enfermedades cardiovasculares tiende hacia la utilización de una polipíldora, que reúne en un medicamento las funciones de ya descubiertos.

Esta polipíldora deberá utilizarse sólo en casos de emergencia, cuando el paciente esté en la ambulancia camino del hospital, pero no para que los pacientes de riesgo se automediquen con el objetivo de reducir colesterol de "forma artificial", como ocurre en Inglaterra, donde se puede comprar estatina, uno de los componentes que incluirá la polipíldora, sin prescripción.