EL USO de aparatos de aire acondicionado, el cloro de las piscinas y una mayor exposición a la acción del viento en verano aumenta el riesgo de sequedad ocular, un factor que incrementa el riesgo de conjuntivitis alérgica. Otros desencadenantes de la conjuntivitis alérgica son el humo del tabaco, los disolventes, la contaminación industrial o el humo de los motores diésel. EFE