El consumo de turrón y derivados en España y en países con cultura latina está ligado a la Navidad, pero en realidad, por sus características, no tendría por qué ser un producto de consumo exclusivo cuatro semanas al año.

Esto es lo que piensan los fabricantes de turrón de la Comunidad Valenciana, que producen el 50% del turrón español y que han apostado por el comercio exterior, con el objetivo adicional de desestacionalizar su consumo.

Otro de los objetivos de los fabricantes es adaptarse a los cambios de la sociedad y, en este sentido, estudian proponer al Ministerio de Agricultura una modificación de la reglamentación técnico-sanitaria para cambiar los tamaños de las tabletas para ajustarse a hogares más pequeños. Una de las últimas iniciativas ha sido el envasado individual de porciones de turrón, lo que permite disfrutar del producto en condiciones óptimas de conservación y facilitar su consumo.