Las españolas figuran entre las europeas que menos recurren a la lactancia materna para alimentar a sus bebés, según un informe sobre la situación de la lactancia natural en Europa. Lo hace un 70% de las mujeres que acaban de tener un hijo.

El documento, elaborado a petición de la Comisión Europea, analiza, entre otros aspectos, el número de mujeres que amamanta a sus hijos en los países de la UE, además de Islandia, Noruega, Suiza, Bulgaria y Rumanía. Tras las españolas, sólo se sitúan británicas, belgas, galas, maltesas e irlandesas. El 100% de las mujeres de Noruega, Dinamarca, Letonia, Suecia e Islandia inicia la lactancia tras el parto.

Las cifras de España mejoran cuando se examina el porcentaje de mujeres que sigue amamantando a su hijo hasta los 6 meses, un 40% de las mamás.

El informe resalta las ventajas nutricionales e inmunológicas derivadas de la lactancia natural y afirma que los niños que no han sido alimentados con leche materna "tienen un mayor riesgo de ser hospitalizados durante el primer año de vida como consecuencia de graves enfermedades bacterianas".

También ayuda a la madre a recuperar el tono muscular del útero tras el parto, a perder peso, a retrasar la ovulación (un anticonceptivo natural) y la protege contra el cáncer de pecho, ovario y endometrio.