El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, explicó ayer que en su llamada del martes por la noche al nuncio del Papa en España, Manuel Monteiro, "lógicamente nos interesamos por la salud de Su Santidad". Moratinos señaló que el nuncio le había informado de que el Papa está aquejado de una gripe, que está recibiendo tratamiento y que esperaba que se recuperase.

El cardenal secretario de Estado vaticano, Angelo Sodano, mostró su confianza en que el estado de salud del Papa "se resuelva en pocos días" y aseguró que el Pontífice podía haber permanecido en el Vaticano, pero por precaución se optó por su hospitalización.

Juan Pablo II "se está recuperando bien, siguiendo las terapias intensivas" que han dictaminado los médicos, indicó Sodano, encargado de las Relaciones Exteriores de la Santa Sede. El cardenal aseguró que Juan Pablo II "podía tratarse también en el Vaticano, estas dificultades respiratorias", pero "el Santo Padre, como todos, confía en el juicio de los médicos y conociendo el Policlínico Gemelli se ha preferido esta situación", añadió.