El conseller catalán de Obras Públicas, Joaquim Nadal, anunció ayer en el Parlament un mayor control en la adjudicación y ejecución de obras de túneles, algo que "podría haber evitado" sucesos como el socavón del Carmel, mientras descartó dimitir, como pidió CiU, tras el apoyo recibido por los miembros del tripartito.

En su esperada comparecencia parlamentaria, Nadal apuntó a un "exceso de confianza" en el "método austriaco" empleado para la perforación del túnel de maniobras de la línea 5 del metro bajo el barrio del Carmel como causa de los desprendimientos de tierras y la formación de un gran socavón y, tras preguntarse si "¿se podía haber evitado?", ha respondido: "Sinceramente, creo que sí". Pese a todo, ha remarcado que "no había evidencias" de que existiese la falla que finalmente cedió y provocó el "accidente grave", como calificó el hundimiento de tierras en el Carmel.

Nadal sentenció que "nada volverá a ser igual después del Carmel" en los proyectos de infraestructuras, y aseguró que ordenará la revisión de "todos los proyectos en todas sus fases" en las obras del metro (líneas 3, 9 y 5), especialmente en esta última, en donde continuarán con un nuevo método constructivo, que será el austriaco pero reforzado.