Unos 4.000 laboratorios de 18 países trabajan para destruir muestras de una cepa del virus de la gripe por indicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo de Naciones Unidas lanzó la alerta tras comprobar que esos laboratorios habían recibido, entre las muestras con las que comprueban su eficiencia, H2N2, el virus que causó la gripe asiática, una pandemia que provocó en los años 1957 y 1958 la muerte de entre uno y cuatro millones de personas.

La OMS asegura que el riesgo de contagio es bajo, incluso entre los trabajadores de los laboratorios.