Diana de Gales vuelve una y otra vez a la vida del príncipe Carlos de Inglaterra. El heredero a la corona británica ha sido interrogado por Scotland Yard sobre las circunstancias que rodearon la muerte, en 1997, de su primera esposa.

John Stevens, antiguo responsable de la policía en Londres, se entrevistó la semana pasada con el príncipe en su residencia londinense de Clarence House.

ENCUENTRO El encuentro forma parte de las investigaciones que las autoridades británicas llevan a cabo sobre el fallecimiento de la princesa, cuando el automóvil en el que viajaba se estrelló a la entrada del puente del Alma en París. "Estoy encantada de confirmar que el príncipe de Gales se ha reunido con Lord Stevens como parte de la investigación", señaló ayer una portavoz real.

El Sunday Times ha revelado que el interrogatorio duró varias horas, pero nada ha trascendido de lo tratado. Las indagaciones de la policía británica se producen tras una amplia investigación por parte de las autoridades francesas. Éstas llegaron a la conclusión, en 1999, de que la causa del accidente en el que murió Diana, junto a su novio, Dodi Al Fayed, y el chófer Henri Paul, se debió a la imprudencia de éste último. Henri Paul circulaba a excesiva velocidad, bajo los efectos del alcohol y los sedantes.

El veredicto no acalló los más novelescos rumores, alentados por el padre de Dodi, el multimillonario egipcio Mohamed Al Fayed, dueño de los almacenes Harrods de Londres y del Hotel Ritz de París. Al Fayed ha insistido en que la muerte de la pareja fue el resultado de una conjura de los servicios secretos y la familia real, para impedir que naciera un hijo árabe del futuro matrimonio entre su hijo y Diana, divorciada hacía pocos meses.

INVESTIGACIÓN Las autoridades británicas iniciaron una nueva investigación para aclarar lo ocurrido. El inicio de las pesquisas, en enero del 2004, coincidió con la divulgación de una carta que la princesa Diana envió a su mayordomo Paul Burrell, en la que expresaba el temor de ser asesinada por orden de Carlos. La princesa creía que podía morir en un accidente provocado para que Carlos pudiera casarse con Camilla.