Observar un planeta que gira alrededor de una estrella lejana es tan difícil como observar un mosquito que se ha posado en un faro de automóvil situado a solo 10 metros. Comprueben. No se ve nada --ni con el mejor telescopio-- porque la potente luz resplandeciente oculta el pequeño cuerpo oscuro.

Los astrónomos, sin embargo, han sorteado el problema y han sido capaces de determinar en la última década la existencia de 170 planetas gracias a originales métodos indirectos. No los ven, pero saben que están ahí. El último grito, el microlensing o microenfoque gravitacional, es lo que permitió a un equipo internacional dirigido por Andrew Gould, de la Universidad del Estado de Ohio (EEUU), descubrir un planeta no especialmente grande, del tamaño de Neptuno, que orbita una estrella situada a nada menos que 9.000 años luz. Gould, que publicó su hallazgo en marzo, visita España para impartir una conferencia en CosmoCaixa.

"Nunca habíamos visto un planeta como éste, una especie de Neptuno orbitando a una distancia similar a la de Júpiter en nuestro sistema, porque no habíamos tenido los medios para encontrarlo", dice el profesor. La mayoría de los planetas conocidos hasta ahora eran gigantes gaseosos, tipo Júpiter.

El sistema se basa en la búsqueda del microlensing gravitacional, un fenómeno que se produce cuando un objeto masivo como una estrella pasa por delante de otra estrella que está más lejos --"estaban casi perfectamente alineadas", precisa--. La gran gravedad del objeto curva los rayos de luz de la estrella más lejana y los magnifica como si fuese una lente. Vista desde la Tierra, la estrella en cuestión brilla más cuando la estrella lente pasa por delante de ella.

Muy pesado

Según Gould, el planeta descubierto pesa 13 veces más que la Tierra y tiene una temperatura de --200°. Se trata, en resumen, de una "Supertierra helada" situada en la región que en nuestro sistema ocupan dos gigantes gaseosos. De hecho, Gould lo califica de "Júpiter fracasado" que posiblemente se formó rocoso porque no había gas para sumarse al planeta en ciernes. En su opinión, el microlensing se convertirá en una de las grandes herramientas de detección de exoplanetas.