Los peores presagios se han cumplido. El avance del mejillón cebra es imparable no solo en la cuenca del Ebro, que será colonizada por completo en un par de años, sino en toda España, que en apenas cinco o seis podría tener buena parte de sus ríos infestados por esta plaga para la que aún no se conoce ni freno ni solución. Este es al menos el pronóstico de los expertos reunidos desde ayer en Zaragoza en un simposio internacional dedicado al molesto molusco.

Los últimos sondeos, realizados en fechas muy recientes, les han dado la razón: el mejillón cebra está presente en casi todos los tramos analizados del río Ebro y, además, en buena parte de sus afluentes.

Salvo citas sin continuidad, el mejillón cebra se detectó por primera vez en España en el 2001, en el embalse de Riba-roja, y desde entonces ha tenido una progresión extraordinaria. Hasta la fecha estaba confirmada su presencia en zonas del delta del Ebro, el embalse de Mequinenza, el meandro Ranillas (Zaragoza), el embalse de Sobrón (Burgos), el salto hidroeléctrico de Puentelarrá (Álava) y, marginalmente, en diversos puntos de La Rioja y Navarra. Se trataba siempre del cauce principal del río, aunque a veces con la continuidad interrumpida por los diques.

MÁXIMA ALERTA También se había confirmado su presencia en diversos puntos de la provincia de Castellón. De hecho, se localizaron unos ejemplares en el azud de Santa Quiteria hace unos meses. El presidente de la Federación de Regantes de la Comunitat Valenciana, José Pascual, y el presidente de la Junta Central de Aguas de La Plana, Manuel Claramonte, aseguran que, por ahora, no han detectado que la especie se haya reproducido. Pese a ello, Claramonete señala que la localización de este molusco "nos mantiene alerta porque sabemos que cualquier larva se puede multiplicar".

Sin embargo, está claro que las medidas aprobadas en el año 2002 para combatir la plaga no han surtido efecto. Desde ayer se sabe oficialmente que el molusco ha ascendido por varios afluentes del Ebro, pues se han localizado larvas en el Huerva (en Villanueva de Huerva), el Ésera (en el canal de Aragón y Cataluña a su paso por Olvena), el Guadalope (en Caspe), el Arga (cerca de Pamplona) y el Segre (en Serós, Ponts y Ós de Balaguer). "Esto significa que hay ejemplares adultos aguas arriba de estos testigos", explicó alarmado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso.

Aunque no se han detectado mejillones cebra en la totalidad de los 25 puntos analizados por la CHE, la aparición de larvas en varios afluentes ha sido una "sorpresa desagradable" que confirma que la plaga se ha propagado "con más rapidez de lo que esperábamos", añadió Alonso. "Vamos a tener mejillones muchos años", sentenció.

Alonso, junto al director general para la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, José Luis Herranz, inauguró el Seminario Internacional sobre las Estrategias de Actuación de Aguas Afectadas por el Mejillón Cebra, organizado por la Fundación Biodiversidad y la propia CHE. El cónclave reúne durante dos días a más de 250 expertos españoles y extranjeros --Estados Unidos, Rusia, Irlanda, Países Bajos, Alemania o Canadá, entre otros países-- que exponen sus experiencias junto a representantes de la CHE, el Gobierno de Aragón y Endesa. Las conclusiones de este seminario las incluirá la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, como agenda en el próximo Consejo de Ministros europeo, que se celebrará el próximo lunes.