El maltrato animal puede ser utilizado para coaccionar, intimidar y controlar a mujeres, niños y ancianos y, en algunos casos, la amenaza o maltrato de una mascota puede retrasar la salida del hogar de una mujer en situación de violencia doméstica.

El veterinario Francisco Capacés, coordinador del Congreso de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa), sostuvo que infligir daños a los animales es un indicador para detectar los malos tratos en el hogar.

Los lazos de afectividad entre una familia y su mascota "son una herramienta que utiliza el maltratador para ejercer presión sobre la víctima, para castigar a la mujer cuando se va o para chantajearla de modo que vuelva".

El Ayuntamiento de Madrid cuenta con plazas para acoger de modo temporal a mascotas procedentes de hogares con violencia con la garantía de que se preserva la confidencialidad de los datos del animal para no localizar a la dueña, dijo Capacés.

Si existe un protocolo de actuación cuando se detecta maltrato animal, puede servir para alertar de la existencia de violencia doméstica a las redes sociales, explicó.